Toda propuesta política, siempre
que respete los Derechos Humanos, puede ser reivindicada en la arena política,
bien para conseguir cambios legislativos, bien para alcanzar el poder, respetando
el ordenamiento jurídico democrático, mediante el juego político entre minorías y mayorías,
consensos etc. En otras palabras: la democracia, desde el punto de vista formal
exige elecciones en la que el demos
decida quiénes son sus representantes para elaborar las normas jurídicas, quienes gobiernan y los que formarán parte de
la cúpula de la Administración de Justicia
e incluso a los que constatarán si las normas
jurídicas se adecúan o no a los mandatos Constitucionales. La elección,
en estos tres últimos supuestos, es indirecta ya que es el Poder Legislativo
elegido por sufragio universal el que elige Presidente del Gobierno, miembros
del Consejo General del Poder Judicial y
del Tribunal Constitucional. Todo esto sucede en España. El planteamiento que
hace la Constitución y las normas que la desarrollan es, sin duda, mejorable,
pero, al menos en teoría, resulta impecable: Los ciudadanos, directa o
indirectamente eligen a las personas que ocupan los poderes del Estado.
Veamos que sucede en la Democracia
más antigua del planeta: Los Estados Unidos de América, país éste que tiene una
forma muy particular de entender eso de “La separación de poderes”. Veamos: El
Presidente del Senado USA no es un Senador, es nada menos que el nº 2 del Poder
Ejecutivo, el Vicepresidente, (¡¡cojonudo¡¡). El Tribunal Supremo de los
Estados Unidos entiende los recursos correspondientes contra Sentencias
dictadas por Organos Judiciales inferiores, con arreglo a las normas
correspondientes y ADEMAS es el Tribunal Constitucional. Os estaréis preguntando
quién o quienes nombran a los miembros de ese Tribunal y a su Presidente. Me
alegro que me hagáis esa pregunta –como dicen los políticos pillados en renuncio
y con objeto de ganar tiempo-. He aquí la respuesta: El Jefe del Ejecutivo, El
Presidente de los Estados Unidos de América. El tipo va, coge, agarra y decide
poner su dedo sobre el sujeto que él estima conveniente. (Lo del dedo no está
muy claro si era así en tiempos de
Clinton).
¿Cuestiona alguien que el régimen
de gobierno de USA es una democracia? No ¿verdad?. Leamos ahora
lo que dice ese zoquete ignorante y feo de cojones que se llama Ori Junqueras,
según cuenta El País en su edición de hoy 18/08/2014:
“En un extenso artículo publicado
en El Punt Avui, Oriol Junqueras,
presidente de los republicanos, dejó claro una vez más que su partido no
tolerará dar marcha atrás en el proceso ni someter la convocatoria de la
consulta al Tribunal Constitucional. En tono desafiante, el líder
independentista avisó: “En ningún caso aceptaremos someter nuestra voluntad de
votar, nuestra sed de justicia y hambre de libertad, al arbitrio de un grupo de
magistrados designados a dedo por el PSOE y el PP, nunca (...) Si fuera así, no
habría valido la pena iniciar este proceso. Ya sabemos cómo las gasta el
Constitucional; respetuosamente que diga lo quiera”.
Bueno Ori ¿estás preparado para
echarte al monte?. La cuestión es muy simple: o aceptas los procedimientos
establecidos por el Sistema o te sales del Sistema. ¡¡Bocazas, que eres un
bocazas.¡¡
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