Graciano Palomo es un periodista que no obstante su aspecto
de garrulo utiliza en sus escritos en El Confidencial una sana ironía. Tiene
una sección -Palo Alto, se llama- en ese digital donde publica pequeños
artículos. Uno de los de esta semana concluye
con la siguiente maldad:
“Un periodista francés me preguntó la semana pasada si era
cierto que hubo un tiempo en que los españoles creíamos que los catalanes eran
los más europeos, modernos y listos de toda España”.
Soy enemigo de las generalizaciones y creo con Bernard Shaw
que no puedo opinar sobre las gentes de un país porque no los conozco a todos.
Empero no es menos cierto que hay características que definen a un colectivo: judíos,
escoceses y catalanes gozan de justa fama de tacaños, (centenares de anécdotas
he protagonizado, a mi pesar, en mis muchos años de residencia en Cataluña).
Se cuenta que cuando Tarradellas volvió del exilio hizo
escala en Madrid, por lo que fue muy censurado y el zorro de Cerveró hizo
frente a las críticas diciendo: “Los catalanes hace 300 años que no gobernamos
y en Madrid si saben lo que eso supone”.
Creo que el viejo político se estaba refiriendo a una cierta
incompetencia de los catalanes para la “cosa pública” y no le falta razón: gestionan
lo público con criterios de botiguer, de “amo” del cortijo y es por ello que los
partidos nacionalistas, soberanistas e independentistas llevan años robando,
malversando, conculcando los derechos civiles, vulnerando la legalidad y la
seguridad jurídica, violando los más elementales derechos humanos de los
ciudadanos que no son de su “cuerda”. Han puesto en circulación en una historia
falseada, y que se alimenta cada día desde los medios públicos y privados
difundiendo consignas populistas, fomentando el victimismo con pretendidos agravios
que únicamente existen en sus fanáticas mentes.
Esta semana pasada hay sido especialmente intensa: El
ridículo de la conferencia en Bruselas, los ataques a TV3 por, según los
catalibanes, tender una trampa al Presidente Cocomocho permitiendo que
ciudadanos no afectos le interrogaran, la convocatoria a los funcionarios para
que manifiesten en próximo día 6-2-2017, voluntariamente, claro y “last but not
least” el numerito del exsenador Vidal, don Santiago. ¡¡Son especialistas en
dispararse en el pie¡¡ y entiendo que don Tancredo Rajoy les deje cocerse en su
propia salsa: no será necesario adoptar ninguna medida excepcional, ellos solos concluirán "el procès", por desistimiento o por abandono: son así de valientes
¡¡Hay que joderse, vaya peña¡¡



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