jueves, 8 de diciembre de 2016

La hoja de ruta y "El laberinto de los espíritus".

Por razones varias, alguna nada placentera, llevo algunos días sin “dar palo al agua”, sin escribir nada. Es lo cierto que apenas hay noticias con alguna enjundia digna de ser comentada y hacerlo sobre las memeces habituales de los independentistas resulta harto plúmbeo. Haciendo de la necesidad virtud decidí abrir un pequeño paréntesis temporal, una catarsis por si de tanto analizar a los irracionalistas se me había “pegao” alguna cosa.

Imposible. Haga lo que haga allí están estos badulaques: Anoche empecé a leer “El Laberinto de los espíritus” de Carlos Ruiz Zafón, catalán que sigue la trayectoria de los mejores narradores en castellano nacidos donde a sus santas madres les pareció oportuno. Pues bien, apenas iniciada la lectura me encuentro con este diálogo entre los dos principales protagonistas de la obra:

“……………pero se me ocurre que antes de empezar a contar nada habrá que hacer una lista de lo que uno quiere contar. Un inventario, digamos
- ¿Una hoja de ruta? - sugerí.
Una hoja de ruta es lo que pergeña uno cuando no sabe bien adónde va y así se convence a sí mismo y a algún que otro bobo de que se dirige a algún sitio.
-No es tan mala idea. El autoengaño es el secreto de toda empresa imposible.”

Convendrán vuesas mercedes conmigo que Ruiz Zafón retrata la situación de los “procesistas” con mayor hondura que todos esos sedicentes constitucionalistas enamorados de los hechos diferenciales y otras  garambainas de similar fuste.

Creo que fue Miguel Iceta quien en un día que tuvo lúcido sentenció que Abogado y medio del Estado terminaban con el “procès”. He recordado la expresión pero yo lo expresaría del siguiente tenor: Media Abogada del Estado o una Abogada del Estado pequeñita se va a cepillar a estos atolondrados que en su fuero interno creen estar haciendo historia cuando lo que hacen es el ridículo más espantoso. Resulta patético ver a “Cuasimodo” Junqui inclinarse a mejillear a Soraya al tiempo que le frota el brazo con su manopla. Y en esas estamos cuando Cocoliso convoca una reunión de pastores para hacer una cuchipanda y repartirse carguetes para cuando ganen el referéndum que nunca existió. Por ciento la convocatoria esa ¿es el 23 de diciembre o el 28 del mismo mes? Aunque en este último caso los asistentes tienen poco de inocentes.

Seguiré en otro momento





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