jueves, 3 de noviembre de 2016

Homs

En los últimos diez o quince años de su existencia,  el Régimen Franquista, por aquello de las contradicciones internas, aflojó algo en la censura de libros, sobre todo si trataban de asuntos no dirigidos al gran público. Apareció la Revista “Cuadernos para el Dialogo” en donde tanto aprendimos sobre democracia, derechos humanos etc. La misma Editorial inició la publicación de libros de diverso contenido. El primero de la colección fue una edición bilingüe de “la Pell de Brau”, poema de Salvador Espriu. Una delicia. Recuerdo que le siguió “Moral y Sociedad” de L. Aranguren, ensayo que habré leído más de una docena de veces.  En el 70 apareció “Catalanismo y Revolución burguesa” de Jordi Solé Tura. Lo leí entonces y sigo leyendo fragmentos ahora. Es la tesis de Solé Tura sobre el principal texto del Nacionalismo Catalán: “La nacionalidad catalana” de Enric Prat de la Riba. Me animé y leí el original. Recuerdo que me quedé pasmado cuando puse mis ojos sobre el párrafo en que Prat propugnaba la representación corporativa: “Mediante el sufragio universal de los cabeza de familia, por gremios y profesiones, a fin de acabar con el parlamentarismo que entrega el gobierno de los Estados a los charlatanes de oficio”.  Me dije: Igualico que José Antonio Primo de Rivera (Familia, municipio y sindicatos). ¡¡que jodio el Enric¡¡ antes de llegar a ese punto había escrito: “Siendo la nacionalidad una unidad de cultura, un alma colectiva, con un sentir, un pensar y un querer propios, cada nacionalidad ha de tener la facultad de acomodar su conducta colectiva, es decir, su política, a su sentimiento de las cosas, a su sentido, a su libre voluntad. Cada nacionalidad ha de tener su Estado.”,  y para concluir estas citas, la siguiente

 “Ya el nacionalismo catalán ha empezado la segunda función de todos los nacionalismos, la función de la influencia exterior, la función imperialista”. (……)  “el arte, la literatura, las concepciones jurídicas, el ideal político y económico de Cataluña, han iniciado la obra exterior, la penetración pacífica de España”. (…….) “El criterio económico de los catalanes en las cuestiones arancelarias hace años que ha triunfado. El arte catalán comienza, con la literatura, a irradiar por toda España. Nuestro pensamiento político ha emprendido su lucha con las concepciones dominantes, y los primeros combates hacen augurar bien próxima la victoria”.

Además de un nazifascista avant la lettre, don Enric era todo un imperialista. ¡¡Qué le vamos a hacer¡¡

Este extenso prólogo viene a cuento para intentar  explicarme  qué coño quería decir Kiko “Garbancito” Homs, el preinhabilitado, cuando afirmó,  en sesión de 11 diciembre 2013 en el Pleno del Parlament de Cataluña y dirigiéndose a los diputados de C`s,

«Ustedes tienen un objetivo político muy claro, que es la liquidación de Cataluña. Y además desde una visión imperialista».

Homs es un pordiosero intelectual incapaz de argumentar racionalmente y recurre a la prosopopeya (Cataluña: ¿El territorio? ¿los habitantes? o ¿un ser espiritual?) como el calamar a la tinta para ocultarse y escapar. ¿Qué es para este tipo Cataluña?  ¿En qué consiste la liquidación de Cataluña? ¿Y lo de la visión imperialista?  ¡¡Menuda empanada mental tiene el chisgarabís este¡¡

Existen políticos con cara de pedernal. La palma, sin duda, se la lleva Esperanza “yodescubrilagurtel” Aguirre.  Le sigue, a corta distancia Kiko (pronúnciese Kiku) Homs.  Estas gentes, que deberían estar fuera de la escena pública para no contribuir a su envilecimiento, tienen un problema de índole psicológico: Ver en los demás tus propios defectos. Al fenómeno se le llama proyección.
          
La proyección se produce   cuando una persona niega poseer algún aspecto, conducta o actitud considerada negativa, y asume que son los demás los que tienen esa característica. Es una forma de externalización de los rasgos negativos que tiene una persona, y desplazar el sentimiento de culpa a una fuerza externa, como puede ser el ambiente, el gobierno, la sociedad u otras personas.

Existen diversos motivos por los que la  psicología humana recurre a la proyección: salvaguardar la imagen que tienen de si    mismos, culpabilizar a otros para sentir que no tienen  la culpa de sus desdichas, deshacerse del sentimiento de responsabilidad responsabilizando y acusando a otros… es una especie de defensa psicológica que  permite proteger el  ego y asumir que son  especiales, diferentes, y que el resto de la humanidad, o su gran mayoría, son los que poseen los rasgos negativos.

Desde la psicología evolutiva se da una explicación a este fenómeno: Tendemos a explicar el mundo con los únicos conceptos que conocemos. Esto se sintetiza muy bien en el refrán “cree el ladrón que todos son de su misma condición”. El ladrón que roba porque es muy codicioso y quiere tenerlo todo sin esfuerzo y sin tener que pagar por ello, asume que todo el mundo piensa de la misma manera y que todo el mundo hace lo mismo que él cuando se presenta la oportunidad. Mi amigo V.C.A. empleaba la expresión “Miden por su propio patrón”.

Como primero son los nacionalistas, luego el nacionalismo y más tarde, en su caso, las naciones, es lógico pensar que ese “Alma colectiva” ese “espíritu del pueblo” y demás monsergas se contagia del problema psicológico que tienes sus constructores y ya tenemos un nacionalismo etnicista, supremacista y  excluyente: La culpa de nuestros males la tienen los otros¡¡ ¡¡Cojonudo¡¡

Se aproximan malos tiempos para Kiko. Por el momento su Jefe, el que decía que era el único responsable del carnaval plebiscitario, le está abandonando. Cuando lo “emplumen” estará solo, fané y descangayado. El “pueblo” no saldrá  a la calle para rescatarlo, y es que: “Kiko debías haberte quedado en el pueblo, casado con la Nuri y estarías regentando el “colmado” de su padre”. Otra vez será, de momento que no te vaya bonito.



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