La
Divina Comedia es, sin duda alguna, uno de los grandes hitos de la
Literatura Universal. Una de las ediciones que tengo (Anonima Editione Viola,
Milano 1929), en italiano, fue el regalo de un amigo, querido amigo, hasta que el “procès” nos separó para siempre.
En el Libro Tercero en el que El Dante acompañado por Virgilio llegan al
Infierno observan que, en la entrada, en el frontispicio, hay una leyenda que
dice:
La recordé cuando el rufianesco Rufián terminó su diatriba contra los
diputados del PSOE en la sesión de investidura de Rajoy. El porqué del recuerdo
lo explicitaré más adelante.
A raíz del Congreso del P.P. en que fue ratificado Rajoy como Presidente
del Partido y Lo.Li.Ta de Cospedal como Secretaria General del mismo, esta,
Lo.Li.Ta, la poco o nada deferente Lady Deferred, nombró como su segundo a un chisgarabís de “marca”
al que de inmediato vine en llamar Flordeotoño, Carlos. Flordeotoño Floriano,
un sujeto que, al parecer, da clase de
Derecho del Trabajo, no obstante lo cual sostuvo en el affaire Barcenas que los
empleados del Partido Popular son Funcionarios, a los cuales no se les puede despedir. ¡¡Qué bárbaro¡¡.
El sujeto me vino de perillas como bibelot para darle, cariñosamente,
estopa y es que Carlitos tiene una mirada, una caída de ojos que si no
fuera porque yo soy fiel a mi Julia -ya saben, Julia Robert- me perdía. Bueno
pues coincidiendo con el cese del zangolotino emergió en el firmamento de los
mangutas una estrella rutilante, llamada a dejar tamañitos a los “jabalíes” de
las Cortes Republicanas (Pérez Madrigal etc).
Se trata -ya lo habrán adivinado- de Gaby (o Fofó o Miliki) Rufián.
De inmediato le dediqué unas “entradas”. Hélas aquí:
Al
“piernas” de Rufián no hay por dónde cogerlo
pero como uno, que es muy suyo y procura ver en todas las situaciones o
acontecimientos el lado positivo, voy a intentar hacer lo propio con la
intervención parlamentaria del unicejo mental que nos ocupa.
Desde el congreso extraordinario que celebró el PSOE en 1979 Felipe González
hizo su particular Bad Godesberg, veinte años después del original, el
socialismo español entró de lleno en la socialdemocracia y devino en uno de
los pilares de la Monarquía de la Segunda Restauración. Ya se encargó ayer el
diputado Matute de Bildu de recordarnos las distintas traiciones de los
socialistas españoles y no procede reiterarlas ahora. Tampoco los coqueteos con
los independentistas y en estas llegó Zapatero cuando su conmilitón Maragall
ocupaba, a precario, la Presidencia de la Generalitat y entre los dos sentaron
las bases del quilombo en que vivimos, con la posterior colaboración de José “alegríadelahuerta”
Montilla y para rematar la jugada se presenta Pedro Sánchez pretendiendo formar
Gobierno con un partido de orígenes claramente nazifascistas -ERC- con otro
fundado por el Patriarca de una saga de ladrones y depredadores de lo público y
un tercero (incluyendo mareas y otros
fenómenos gravitacionales) formado por gentes que quieren inventar la rueda,
descubrir el mediterráneo etc. en política para hacerla a golpe de encuesta
demoscópica y en este plan.
Mr. X Rubalcaba, ZP, Pepiño, Susanita y sus
mariachis reaccionaron y se libraron del pobre Sánchez. Y es que el Sistema es
el Sistema, Pedro ¡¡que no te enteras¡¡.
Y
en estas estábamos y aparece Rufi y pone a caer de un burro a los socialistas
sin darse cuenta que la única posibilidad que tenían de “sacar” algo en claro
del “procés” era contando con socialistas. Tardá soltó a Cerbero, a éste se le calentó
la boca y sentó la base de dos bloques, a saber: A) Los constitucionalistas
partidarios de, en su caso, reformarla conforme a las previsiones contempladas en el Texto y B)
Los que quieren sencillamente pasársela por el escroto y luego ya se verá.
Se
acabaron, afortunadamente, los tiempos de la ambigüedad. Toca tomar decisiones
y en la inauguración del nuevo tiempo ha estado como “Guest star” el Demóstenes
de Santa Coloma, el hombre del mirar huido. ( C.J. Cela, Mazurca para dos
Muertos).
La fiesta ha comenzado y Rufi y sus gentes no han sido invitados. ¡¡Perded toda esperanza¡¡
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