viernes, 6 de mayo de 2016

Por el flequillo al Poder










Durante los años inmediatamente siguientes  a la finalización de la Guerra Civil estuvo en boga entre las gentes jóvenes peinarse con  tupé, es decir,  levantar, al peinarse,  sobre la frente un rizo del pelo. Seguramente por aquello del "Alzamiento" al referido tupé se le denominó "Arriba España". El tupé volvió a ser considerado elegante con el "Rock and Roll"  o más concretamente con su más famoso  intérprete, Elvis Presley, cantante nacido en Tupelo (Misisipi). y ahora ha vuelto con fuerza,  mucho chicos lo llevan, sin saber, posiblemente, la historia del tupé.

La verdad es que no sé el porqué cuento estas cosas sobre el tupé,  cuando en realidad quería hacerlo sobre el peinado contrario: el flequillo Me resulta inquietante que gentes con trayectorias vitales tan distintas como los cuatro personajes cuyas fotografías acompaño usen el mismo corte de pelo. ¿Tendrán algo más en común? Veamos.

El primero de la lista es el multimillonario, racista, ultraconservador, y violento Donald Trump que aspira a ocupar la Casablanca a partir de Noviembre. No ganará, pero si lo consigue va a dejar  tamañito a Donald Reagan y a los Busch.

El tipo de la segunda fotografía es un tal Joan María Piqué. Se preguntaran Vds., dilectos lectores, quién coño es ese Piqué. Procedo a informar. El nota es nada más ni nada menos que el Palanganero Mayor de la Proto-república (perdóname amado Platón por utilizar el vocablo) Catalana.  No sean Vds. malpensados, el tipo no trabaja en un prostíbulo ni lleva agua ni utensilios de higiene a las habitaciones para las abluciones poscoitales. No. Utilizo la expresión como lo hacen los argentinos, peruanos etc. Es un chico para todo del  expresidente Artur Mas, el Astuto. Cuando este artista ocupaba el cargo, Pique era su Jefe de Prensa o algo así. Ahora hace lo mismo y, al parecer, con las mismas ínfulas, vamos que siga chupando del Presupuesto. Hay que seguir de cerca a este sujeto, sin duda nos dará materia para más de un comentario.
El Tercero es “el meu amic Cocomocho”. Su flequillo es especial. Hay quien afirma que el piernas éste es calvo y su peluquero no encontró un bisoñé más barato que el que ahora luce el figura.
La cuarta fotografía recoge el semblante dubitativo de la diputada Anna Gabriel, con su flequillo. En esta ocasión hilaré más fino porque he de confesarle que casi todas las mujeres con ese estilo de corte  (Lulú) me agradan. No es el caso de la señorita Gabriel, amén de sus ideas -algunas, pocas- de las cuales comparto,  ella no me gusta. Posiblemente sea su sobreactuación para ocultar sus carencias de todo orden. Otro día lo analizaré mejor.
Los cuatro han tocado poder. Tienen algún poder, económico, de influenciar, político-demediado y vicario,  o de inquietar a sus paisanos burgueses. ¡¡Por el flequillo al poder¡¡
Me queda el consuelo de creer que en menos de un año estos personajes habrán desaparecido de los media. Amén

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