El diario El País
publica hoy 05/05/2016 una noticia cuyo titular es el siguiente:
“Puigdemont sugiere que Cataluña seguirá el camino de
Kosovo
El president dice
que la UE se reunió con el primer ministro de la república por su
"declaración unilateral de independencia"
Hace casi seis años, el 31/03/2010 publiqué una “entrada”
sobre Kosovo que considero no ha perdido actualidad a la luz de las palabras
del iluminado “cocomocho”, cuya
ignorancia sobre lo que sucede en el mundo y la inanidad de sus fundamentos
(sic) conceptuales son más que evidentes.
La “entrada” decía
así:
“La edición de ayer 30-07-2010 del diario El País
publica un artículo de su colaborador habitual Joan B. Culla i Clarà,
historiador nacionalista especialista en arrimar el ascua a la sardina
nacionalista en todo supuesto, incluso cuando se traspasa la línea de lo
razonable, democráticamente hablando. En esta ocasión trata sobre el no
reconocimiento del Gobierno Español a la declaración de independencia de
Kosovo. Una frase resume la tesis del articulista: "España teme que la
soberanía de un nuevo país del tamaño de Soria pueda amenazar la obra de los
Reyes Católicos". Como chiste es malo y como argumento carece
del mínimo rigor intelectual pero así es siempre el inefable Culla i Clarà, en
todo caso tildar de ridícula la postura del Gobierno español es de una osadía
mayúscula como veremos a continuación. El diario digital "Rebelión"
(de obligada lectura para aquellos que deseen tener una información alternativa
a la de los medios de desinformación general) del día 28-07-2010 publica un
artículo de José Gabriel Zurbano en el que se puede leer:
Y
así llegamos a Kosovo, provincia serbia de población mayoritariamente albanesa.
Aquí se volvieron a alimentar los odios étnicos y religiosos para descuartizar
aún más lo poco que quedaba de Yugoslavia. A principios de 1999, los
guerrilleros respaldados por la CIA del Ejército de Liberación de Kosovo [UÇK,
por sus siglas en albanés] atacaron objetivos civiles y anunciaron sin ambages
que esperaban que la violencia provocara una dura respuesta serbia que pudiera
servir a continuación para suscitar apoyo en la opinión pública occidental a un
ataque contra Yugoslavia.¹
Para
quien quiera saber algo de la historia del Tribunal Penal Internacional en
relación con el caso de Kosovo, sería bueno que se recordase que en 1999,
cuando se constituyó un tribunal internacional para juzgar los crímenes en los
Balcanes, un colectivo de juristas internacionales solicitó a esa Corte que
investigara los crímenes de la OTAN durante la campaña de bombardeos sobre
Serbia; una solicitud precedida por la presentación de pruebas documentales
recogidas por las principales organizaciones internacionales de derechos
humanos, junto con explícitos reconocimientos por parte de mandos de la OTAN.
La Corte internacional y sus investigadores rechazaron la petición sin hacer
indagaciones, en contra de lo que marcan sus estatutos, aduciendo que
“aceptaban las garantías de buena fe de la OTAN”. Entonces Yugoslavia presentó
cargos ante el Tribunal Mundial acogiéndose a la Convención sobre Genocidio. El
gobierno estadounidense se autoexcluyó de esas acusaciones de genocidio
y el Tribunal —de nuevo incumpliendo sus propios estatutos— aceptó esa
“autoexclusión” y se inhibió.²
Como
hemos podido ver, en éste como en otros muchos casos y conflictos, la comunidad
internacional ha actuado de forma injusta frente a la injusticia que pretende
sofocar. Con negligencia, alimentando odios ancestrales y sin intervenir de
manera política, ni siquiera humanitaria, sino que, cuando se ha actuado, ha
sido siempre por la fuerza, bombardeando de manera indiscriminada. Ahora la
Corte Penal internacional juzga a los vencidos, a los mutilados, a los
descuartizados, y los declara culpables… La llama de los Balcanes sigue
encendida y hay quien sigue alimentando el fuego.
No
creo para nada que este ensañamiento se pueda cebar alguna vez con España. Las
condiciones históricas y presentes son muy diferentes. Además, los
norteamericanos andan avisando, «tranquilos, los independentistas catalanes
no son terroristas kosovares, simplemente no tienen enfrente un Estado al que
queramos destruir»… Gracias a Dios."
Otro
artículo en el mismo sentido:
"Antecedentes
criminales
Tras una guerra de agresión dirigida por
EEUU y la OTAN contra lo que quedaba de Yugoslavia en 1999, las fuerzas
independentistas albano-kosovares encabezadas por la banda armada UÇK (siglas
en albanés de “Ejécito de Liberación de Kosovo”) se hicieron con el poder de
facto en una especie de protectorado que desalojó a la administración
yugoslava en Kosovo, región actualmente multiétnica aunque cuna de los serbios
como nación allá por el siglo XII, casi dos siglos antes de la llegada de
albaneses a ese territorio. La UÇK había sido catalogada no mucho tiempo atrás
como “grupo terrorista” por el Departamento de Seguridad Nacional de EEUU, y su
origen se sitúa en las poderosas redes mafiosas albanesas de la droga, la
delincuencia y la trata de blancas surgidas tras la desaparición del Estado
socialista en la vecina Albania. Posteriormente, la UÇK adquirió un creciente
protagonismo en Kosovo gracias al apoyo logístico y económico de los servicios
secretos alemanes y de la CIA durante la Administración demócrata de Bill
Clinton.
El 17 de febrero de 2008 las autoridades del
protectorado albano-kosovar, ya reconvertidas de delincuentes de la droga y
la prostitución en autoridades civiles democráticas apoyadas por EEUU y
la OTAN, autoproclamaron su independencia de Serbia. Dos años después llega
esta sentencia de La Haya que viene a dar cobertura jurídica a esta peculiar
vía a la independencia por medio de la combinación de la lucha armada de una banda
de delincuentes comunes y terroristas con las bombas de EEUU y la OTAN del
tándemClinton-Solana [1] de 1999. Los bombardeos que éstos ordenaron
(38.000 misiones de combate en 10 semanas) causaron miles de víctimas y grandes
destrozos en Yugoslavia; una guerra de agresión en toda regla cuyos crímenes no
ha visto ni juzgado hasta la fecha tribunal internacional alguno."
En
el mismo diario escribe Jonathan Martinez:
"
Hashim
Thaçi avanzó hacia el atril con los papeles bajo el brazo, puso cara de primer
ministro y proclamó la
República de Kosovo entre los aplausos
parlamentarios y los fogonazos de las fotografías. Era 17 de febrero de 2008 y
su nombre aún permanecía en el inventario de organizaciones
terroristas del Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos.
En la guerrilla albanesa le llamaban Serpiente.
Condoleezza
Rice y George W. Bush no tardaron en adelantar la bendición estadounidense a la
independencia kosovar. Thaçi ya no era el líder de una organización armada que
se enriquecía con el narcotráfico y el crimen
organizado, sino el respetable portavoz del Partido Democrático de
Kosovo. UÇK ya no era el grupo furtivo que había llenado las cunetas de
cadáveres serbios, gitanos y albaneses indistintamente, sino el cuerpo policial legítimo de Kosovo
en colaboración con los efectivos de la
OTAN.
Años atrás, la
Alianza Atlántica había encontrado en la
Provincia Autónoma de Kosovo y Metohija el
territorio más propicio para culminar la demolición de la
República Federal Socialista de Yugoslavia, y
a la vez, el atajo más rápido para la ocupación militar de los Balcanes y la
tutela de una geografía propicia para los intereses corporativos del petróleo.
La administración de Bill Clinton tuvo oportunidad de ensayar en Serbia los
mismos esquemas de propaganda, invasión y saqueo que después perfeccionó George
W. Bush en Afganistán y en Iraq.
El
11 de febrero de 1996, UÇK orquestó un ataque contra refugiados serbios
procedentes de Krajina que quebraba el camino de desobediencia civil abierto
por el presidente kosovar Ibrahim Rugova. Se adivinaba una declaración de
guerra. Los enfrentamientos entre el ejército yugoslavo y la nueva guerrilla
albanesa se prolongaron durante casi tres años, hasta que la diplomacia
estadounidense decidió que el gobierno de la
República Federal de Yugoslavia debía ser
juzgado por crímenes de guerra mientras que los militares de UÇK eran
honorables libertadores con quienes resultaba oportuno fotografiarse ante la
prensa. Quinientas mil víctimas albanesas que nunca existieron sirvieron para
argumentar la urgencia de una agresión militar contra la población
serbia."
Estos
testimonios son harto elocuentes y dada la cultura que suponemos en el
historiador nacionalista o mejor dicho el nacionalista historiador sr. Culla i
Clarà son conocidos por él pero los oculta a sus lectores en un ejercicio de
deshonestidad intelectual propio de los nacionalistas que habitualmente
recurren a todo tipo sofismas, argumentos torticeros e inextricables para el
mejor servicio de su causa cayendo siempre en el más absoluto de los ridículos
o, por otro lado, ¿le interesa tanto la independencia de Cataluña al sr. Culla
que no le importa que venga de la mano de los nazi-fascistas como en el caso de
Kosovo?.
Fin
de la cita. Y respondo a la pregunta con
que finalizada en la transcrita “entrada”: Únicamente con regímenes nazis en
Europa pueden sus colegas catalanes proclamar unilateralmente la independencia y contar con el apoyo de
aquéllos, el resto son quimeras que esconden la realidad del problema: seguir
detentando el poder .
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