En toda situación conflictiva, cruenta o incruenta, las
primeras víctimas son La Verdad y El Lenguaje. Hoy, ahora, me referiré únicamente a la manipulación del
lenguaje para vencer en la contienda, manipulación que está indisolublemente
unida a la Propaganda y ésta a la Agitación (Agip-prop). Remito a estos efectos
a mi “entrada” Goebbles/Homs (http://alquife-porlaizquierda.blogspot.com.es/2014/09/goebbelshoms.html)
que publiqué hace unos meses. Pero volvamos al lenguaje y recordemos que en
junio del pasado 2014 se nos murió Vicente Romano experto en la materia a que
me voy a referir. ¡¡Gracias maestro¡¡.
Las germanías (hermandades gremiales), las minorías étnicas,
los delincuentes comunes y los otros crean su propia jerga, su particular argot
con finalidades diversas, a saber: para ocultar a terceros sus verdaderas
intenciones, como método iniciático etc
, resumiendo: para enmascarar la realidad con fines sin duda espurios.
Un caso palmario es el de los nacionalistas catalanes. Para
ello cuentan, pagados con fondos públicos, de un gabinete al efecto que lo
mismo crea argumentarios, que lanza consignas, que igual difunde bulos que
mantras para uso de la masa de individuos con nula conciencia crítica. Pero
originariamente se dedicaron a vaciar de contenido palabras, buscar novísimos
significados a conceptos definidos científicamente etc. Un caso evidente es el
de la omisión en cualquier supuesto de la palabra España y la utilización de un
concepto claramente franquista: Estado Español. Mis avisados lectores, gentes
cultas y en este plan saben que un ESTADO es una ORGANIZACIÓN (jurídica del político en un territorio) y
nadie vive en una Organización, ni ésta tiene partes (del resto del Estado
dicen los analfabetos). Pese al dislate, los indocumentados a que me estoy refiriendo han conseguido su
objetivo: España no existe y Visca Catalunya. Hay que ser memos ¿eh?. A veces
escucho en una emisora de Radio decir al lumbreras de turno que “tal o cual
cosa” ha sucedido en Cataluña, en Francia, en Alemania y en el Estado Español.
¡¡jódete y baila¡¡. Los ejemplos los tengo por centenares pero vayamos al asunto
del que hoy quiero ocuparme que no es otro que esa expresión huera, huérfana de significado y carente de
la mínima estructura jurídica y gramatical. Me refiero, queridas, queridos al
Derecho a Decidir.
Pero antes de darle “pal pelo” a la frasecita permitidme que
cuente una anécdota. Un día, hace
quince o veinte años llamó a mi despacho de Abogado un individuo
solicitando asesoramiento. El día y hora convenido presentóse y al interrogarle
sobre el problema por el que requería mis servicios me dijo algo así: “Mire, yo
no entiendo mucho de Derecho pero…” Le interrumpí y le indiqué que el que no
sabía mucho de Derecho era yo y que él no sabía nada. Algo así le debe de pasar
al inventor de ese Derecho que según parece no es individual, sino colectivo.
Vayamos por partes. El Derecho no es otra cosa que el orden normativo e institucional de la
conducta con una especificidad: que nos puede ser impuesta a diferencia de otras normas de conducta (la urbanidad, la
moral etc). El Derecho tiene cientos de
acepciones: subjetivo, objetivo, público, privado….. pero la que realmente
importa es la de la vigencia: El derecho vigente. El resto son cuestiones menores. En una sociedad
democrática el Derecho es el aprobado y publicado por los Órganos legalmente
establecidos… No existe ningún Derecho Natural, ni derecho histórico alguno, ni
derechos colectivos ni zarandajas similares. Todo ello es metafísica, milongas clericales y resistencias
antidemocráticas.
Antes de ver si en nuestro ordenamiento jurídico existe ese
Derecho a decidir hablemos un poco de gramática y retomemos la cuestión más
arriba apuntada: la manipulación del lenguaje.
El artista creador del concepto es un muchacho que da clase
en la Universidad Pompeu Fabra y responde al nombre de Jaume López Hernández y
es posible que sepa algo de Derecho pero su fuerte no es la gramática ya que en
caso contrario conocería que los verbos pueden ser transitivos o intransitivos, depende de que lleven o no
complemento directo necesario para que se pueda formar completamente el
Sintagma del Predicado. Los intransitivos son verbos con significación completa
(brillar, nacer, palidecer etc.). Mientras que los transitivos nunca se emplean
sin complemento porque sin él carecen de significado. Por ejemplo: DECIDIR. Decidir ¿qué coño?.
Tengo un amigo bastante borricote que sostiene que el problema del nacionalismo es la carencia
de testosterona de sus ideólogos. Con lo fácil que debe ser reivindicar el
Derecho de Autodeterminación o directamente la Independencia, pues no, aquí lo
que se impone es el eufemismo, la ambigüedad, el sí pero no y en este plan.
Creo haber demostrado que la expresión “Derecho a decidir”
es una solemne estupidez como corresponde a estos “artistas” de la política,
hacedores de naciones. Y es con estos artísticas con los que nuestro hombre,
Iglesias, Pablo se apresta a iniciar una derrota en un barco mal calafateado,
peor comandado y con una tripulación de leva, ávida de encontrar su
canonjía.¡¡Joder que tropa, Pablo¡¡
Mañana sigo con esta
Crónica de un fracaso anunciado en la que me interrogaré sobre si estos lerdos serán capaces de engatusar a Iglesias-Errejón.¡¡Se admiten apuestas¡¡
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