viernes, 26 de junio de 2015

PODEMOS y el Independentismo catalán (I)

 El 19 de mayo de 2011 fui a Madrid a celebrar el 98º aniversario de mi progenitor (todavía celebraría dos más) y después del festejo me dejé caer por la Puerta del Sol. Volví en varias ocasiones en días posteriores. Me gustó lo que vi y oí. Política en estado puro. Debate, discrepancias respetuosas, hermanamiento de generaciones etc. Gentes de mi generación que también habían dejado la militancia política cuando lo del “desencanto”, acostumbrados a las discusiones enconsertadas, a recibir doctrina del  ”politburó” de turno auguraban un fracaso al movimiento que se inició del 15 de mayo. Personalmente, haciendo un ejercicio de voluntarismo quise creer que ahí estaba la “antítesis” a la “tesis” de la crisis-economica-ajuste-de-cuentas-al-movimiento-obrero etc. Y esperé.
Como entre mis muchos defectos no figura el de la “falsa modestia” puedo afirmar y así lo hago que en buena medida acerté. La victoria de la derecha extrema estaba cantada. El desmoronamiento de la socialdemocracia y otros efectos colaterales, y como la política imita a la naturaleza y ésta  no soporta el vacío, las buenas gentes, esas que se había tragado los mensajes despiadados de los demagogos de  la derecha, al verse afectados por las políticas del Gobierno Popular (sic), políticas austericidas que comportaron mermas en servicios públicos esenciales y, sobre todo, que el partido que daba soporte al Gobierno era un organización montada para estrujar el limón de los fondos públicos en beneficio de los dirigentes, según reza un Auto Judicial, y sobre todo, decía, las gentes salieron a manifestarse y se organizaron.
El Poder, el Sistema, el Régimen de alternancia de Partidos, la casa, en fin, no le dio importancia al principio. Hoy 26-6-2015 es ya tarde para rectificar: han perdido el poder municipal y autonómico más significativo y el hostión electoral parece garantizado para la derecha económico-político-religiosa y la prueba está en el nerviosismo  que se aprecia en el Poder y por ello sueltan a sus perritos falderos mediáticos para magnificar cualquier desliz de la muchachada que ha accedido al poder. Patéticos resultan una vez más.
Sirva este amplio prólogo para situar el “objeto” de este comentario.
Muchas gentes de la Meseta, gentes con cultura política son particularmente sensibles al fenómeno que llaman los nacionalismos periféricos. Las criaturitas a que me refiero construyen un silogismo del siguiente tenor: A)Franco era un dictador genocida B) Franco era contrario a la independencia de Cataluña, luego, (conclusión) loa independencia de Cataluña es algo cojonudo que todo demócrata, progresista a la violeta etc debe de apoyar y el que no haga tal es un hijoputa fascista. En otras palabras:  Los enemigos de mis enemigos son mis amigos. Y ahí se quedan los muy simplones.
Uno de estos simplones a los que me refiero es sin duda Pablo Iglesias, el joven. Veamos.
Que Iglesias tiene una acreditada formación política –es Doctor en la materia y profesor de la misma- resulta, a estas alturas una obviedad clamorosa. En consecuencia sabe que los Nacionalismos son cosas de la derecha, ideología con mínimo músculo, generador de muerte y sufrimiento sin cuento y, parafraseando a Luckas “Un asalto a la razón” y si esto es así cabe preguntarse qué cojones hace conversando  con ese tipo con cara de seminarista pajillero, partidario de la inmersión lingüística para “no fragmentar la sociedad” (el bobo no ha oído hablar de las clases sociales) o reuniéndose con gente de Sor Intrépida. Delirante.
Cabe la posibilidad  de que Willy Toledo esté en lo cierto cuando afirma que Iglesias es imbécil o bien que nuestro hombre sea más listo de lo que aparenta.

Seguiré mañana esta segunda hipótesis.

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