Como tú, Mariano, en esto de
la Historia estás tan poco puesto como en Política, bueno será que le preguntes a Moragas qué quien fue
Chamberlain o, mejor, te lo cuento yo, tu sigue tumbado en el sofá. Chamberlain
fue un memo primer Ministro Británico que practicó una política de
apaciguamiento con los nazis y así, en 1938 en Munich pactó la anexión de los
Sudetes por la Alemania Nazi. Al año siguiente reconoció al Régimen de Franco y
hasta setiembre de ese año, cuando Hitler invadió Polonia no empezó a darse
cuenta de la catadura del totalitarismo.
Si hubiera leído los informes del Servicio Secreto Británico habría sospechado
sobre el verdadero fin de la política armamentística del “cabo bohemio”, pero
no se enteró de qué iba la película. Su política de apaciguamiento fue estéril.
Resultado: millones de muertos, países destruidos.
Para lo que aquí interesa me cumple
resaltar que contra los nacionalismos, más o menos virulentos, más o menos
lights únicamente cabe una política: poner pié en pared y no hacer ni una
concesión. Para que lo entiendas: el
nacionalismo es una especie de religión civil, ambos beben en la corriente
filosófica del idealismo, de la metafísica y pregunto ¿a alguien en su sano
juicio se le ocurre discutir con un católico sobre la virginidad de María? No ¿verdad? Pues ¿Cómo convencer a un nacionalista de que las
naciones son meras comunidades imaginadas por, precisamente, los nacionalistas?
La gallina y el huevo.
Verás, Marino, querido, en la C.A. de Cataluña reside, vive,
mora o habita gente de toda clase y condición y entre ellos grupos de
ciudadanos a los que esas milongas de identidades, “hechos diferenciales” “encaje
de Cataluña” etc nos provocan carcajadas y que, por el contrario, nos produce
una enorme pena que muchos de sus conciudadanos
crean que si el Barça no gana la Liga es cosa de “Madrit” o que la
independencia de Cataluña provocaría la ruina de España pero ¡¡si para eso ya te
tenemos a ti Marianico de mis entretelas¡¡ Cuando el irracionalismo campa por
sus respetos, cuando se produce “El asalto a la razón” (¿Has leído a Georg
Luckacs,? ¿ no, verdad?) cualquier intento de dialogo es baldío, toda cesión es
un nuevo escalón de la escalera de despropósitos y la crisis es permanente, frustrante. Así
que, ya sabes, mañana, se breve, no te justifiques, aunque me pese el resultado
de la votación donde fuiste elegido tu tienes legitimidad democrática y tienes
la obligación de defender los derechos cívicos de los que nos integramos en el
tinglado éste que han montado, que regalamos rosas cualquier día menos el 23 de
abril, los canelones siempre menos el 26 de diciembre y que, sobre todo,
queremos lo mejor para estas gentes buenas, laboriosas, amables, educadas que
tienen que padecer a una “colla” de descerebrados que sueña con volver al
Ancien régime y ponernos una Estrella de David en versión escudo del Real
Madrid
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