Leyendo una de las primeras novelas de mi admirado Vázquez Montalbán encontré una palabra que me enamoró casi tanto por su belleza léxica como por su significado. Esa palabra no es otra -nunca mejor dicho- que OTREDAD, término que no aparece en el diccionario de la R.A.E. pero que el maestro Manuel Seco recoge en su Diccionario del Español Actual con las siguientes acepciones: 1.- Condición de otro o diferente. 2.- Conjunto de los otros o diferentes.
En tiempos de globalización, de uniformidad de pensamiento, palabra y obra me parece adecuado reivindicar la diferencia, la otredad pero no en sentido excluyente, sino en el que ese genio de las letras mexicanas, Octavio Paz, escribió de manera tan sencilla:
“...no soy
no hay yo
siempre somos nosotros...
muestra tu rostro al fin
para que vea mi cara verdadera
la del otro
mi cara de nosotros...”
O como ASPASIA dejó dicho hace más de 25 siglos:
Nosotros y los nuestros, todos hermanos nacidos de una sola madre, no creemos que seamos esclavos ni amos unos de otros, sino que la igualdad de nacimiento según naturaleza nos fuerza a buscarf una igualdad política según ley, y a no ceder entre nosotros ante ninguna otra cosa sino ante la opinión de la virtud y de la sensatez (ASPASIA, siglo V a.n.e. compañera y maestra de Pericles).
Si traigo a colación estas citas es para apoyar mi temor ante el más que probable aumento de la xenofobia y el racismo que la crisis del sistema económico que padecemos traerá de forma inmediata. Recordemos que la crisis de 1929 propició el nacimiento y auge del nazismo, del fascismo, del franquismo etc. Volveremos sobre la cuestión, lamentablemente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario