miércoles, 2 de noviembre de 2011

El Obispo de Córdoba

El Diccionario de la R.A.E. define la voz "privilegio" del siguiente tenor:

"Exención de una obligación o ventaja exclusiva o especial que goza alguien por concesión de un superior o por determinada circunstancia propia."

Pues bien, si leemos el el artículo 206 de la Ley Hipotecaria y el 340 de su Reglamento veremos como dichos preceptos otorgan a la Iglesia Católica el derecho a inscribir en el Registro de la Propiedad, a su nombre, aquellos bienes inmuebles cuya titularidad no conste, es decir que esta Organización tiene una ventaja exclusiva respecto de otras confesiones, asociaciones o particulares. Tiene por consiguiente un "privilegio" del que no gozan los demás. No obstante la claridad de las referidas disposiciones el Sr. Obispo de Cordoba se descuelga diciendo que no existen tales privilegios. Leamos la crónica del corresponsal del diario Público:

El obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, manifestó ayer que la Iglesia "no es un parásito", "no tiene privilegios" y, por el contrario, después del Estado, "es la principal bienhechora de la sociedad".

En una entrevista concedida a Europa Press, Fernández opinó así respecto al anuncio que hizo Rubalcaba de que, si gobierna, va a suprimir los "privilegios" que concede la legislación hipotecaria a la Iglesia católica, al entender su partido que se trata de una prebenda tributaria "de épocas pasadas y carente de justificación" que, además, se opone al carácter aconfesional del Estado.

El obispo de Córdoba entiende que las declaraciones de Rubalcaba "son una cortina de humo y un mensaje dirigido a un cierto tipo de electorado, pero él bien sabe que no hay tales privilegios" y que, en el caso de la Iglesia, "es muchísimo más lo que aporta que lo que recibe".

Fernández puso varios ejemplos de dicha aportación, como la labor que desarrolla Cáritas Diocesana, que ofrece "atención primaria a muchísimas personas, que hoy comen gracias" a dicha organización caritativa de la Iglesia. El obispo subrayó que "al 75% de los enfermos de sida los atiende la Iglesia, es decir, que la Iglesia no se desentiende de los que están enfermos". "Desde los aspectos más espirituales hasta los más materiales, la Iglesia hoy en España es, después del Estado, la primera y principal bienhechora de esta sociedad".

Como es habitual en la jerarquía católica miente, falta a la verdad y aprovecha cada ocasión para hacerse propaganda. Lamentable.


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