Una "entrada" anterior trataba de aquellos ciudadanos que tienen una cultura política casi nula pero que invaden los foros con opiniones generalmente disparatadas y carentes de la menor racionalidad, con independencia de la idelogía de que hacen gala. La ciencia política los llama "provincianos". Este hecho nos lleva a reflexionar sobre las razones, causas, motivos originales o sobrevenidos que determinan el pensamiento político de los dichos ciudadanos y a ello dedicamos la presente.
Una frase celebre de la ciencia política reza así "El ser social determina la conciencia social" o dicho en otros términos: El hombre (y la mujer, claro) es el conjunto de sus relaciones sociales, más aún: el pensamiento del ser humano viene determinado por su posición en el proceso productivo es decir que "se piensa como se vive, no se vive como se piensa". Sin hipérbole que valga, lo expuesto hasta aquí es cierto casi al 100% en el caso de personas conservadoras, con saneadas rentas, propietarios de acciones de sociedades mercantiles, de fábricas, de tierras etc. es decir, gente de derechas. Lógico es pensar que aquellos que no tienen esas propiedades, dependen de su trabajo como única fuente de ingresos económicos o están jubilados con una pensión magra pensaran de distinta forma, nada tienen que conservar y en consecuencia de aplicarse a ellos las sentencias transcritas más arriba serian gente de izquierda, votarian opciones de izquierda y tendrian un pensamiento progresista, partidario de la igualdad, de la solidaridad, de la tolerancia etc. Pues bien no siempre es así y nos interrogamos por la causa de esa contradicción. la respuesta es simple: el sistema productivo, el capitalismo tiene resortes para hacer que la ideología de la clase dominante, la de la gente conservadora, se reproduzca y expanda entre las clases menos favorecidas, estos resortes son la familia (niño, no te metas en problemas), el sistema educativo, la religión (siempre ha habido ricos y pobres) etc. de la conjunción de todas esas influencias junto a la falta de interés en leer y cultivarse, de adquirir una cultura y un espíritu crítico, se propicia que ciudadanos que por definición deben ser de izquierda, voten a la derecha (El Alcalde de Getafe los llamó "tontos de los cojones"). Piense el amigo lector en colectivos como el de los taxistas o el de los jubilados, los primeros, salvo excepciones arreglan todos los problemas en un "plin plas" y siempre con métodos expeditivos, los segundos que no tienen nada que perder y no han sido rebeldes ni en su juventud despotrican permanentemente contra la juventud, contra el Gobierno etc, su juventud fue mucho mejor y su Gobierno (el de Franco) resolvía mejor los problemas que los gobiernos democráticos. Lamentable pero así es con las excepciones que únicamente vienen a confirmar, por vía de excepción cuanto se afirma.
Una frase celebre de la ciencia política reza así "El ser social determina la conciencia social" o dicho en otros términos: El hombre (y la mujer, claro) es el conjunto de sus relaciones sociales, más aún: el pensamiento del ser humano viene determinado por su posición en el proceso productivo es decir que "se piensa como se vive, no se vive como se piensa". Sin hipérbole que valga, lo expuesto hasta aquí es cierto casi al 100% en el caso de personas conservadoras, con saneadas rentas, propietarios de acciones de sociedades mercantiles, de fábricas, de tierras etc. es decir, gente de derechas. Lógico es pensar que aquellos que no tienen esas propiedades, dependen de su trabajo como única fuente de ingresos económicos o están jubilados con una pensión magra pensaran de distinta forma, nada tienen que conservar y en consecuencia de aplicarse a ellos las sentencias transcritas más arriba serian gente de izquierda, votarian opciones de izquierda y tendrian un pensamiento progresista, partidario de la igualdad, de la solidaridad, de la tolerancia etc. Pues bien no siempre es así y nos interrogamos por la causa de esa contradicción. la respuesta es simple: el sistema productivo, el capitalismo tiene resortes para hacer que la ideología de la clase dominante, la de la gente conservadora, se reproduzca y expanda entre las clases menos favorecidas, estos resortes son la familia (niño, no te metas en problemas), el sistema educativo, la religión (siempre ha habido ricos y pobres) etc. de la conjunción de todas esas influencias junto a la falta de interés en leer y cultivarse, de adquirir una cultura y un espíritu crítico, se propicia que ciudadanos que por definición deben ser de izquierda, voten a la derecha (El Alcalde de Getafe los llamó "tontos de los cojones"). Piense el amigo lector en colectivos como el de los taxistas o el de los jubilados, los primeros, salvo excepciones arreglan todos los problemas en un "plin plas" y siempre con métodos expeditivos, los segundos que no tienen nada que perder y no han sido rebeldes ni en su juventud despotrican permanentemente contra la juventud, contra el Gobierno etc, su juventud fue mucho mejor y su Gobierno (el de Franco) resolvía mejor los problemas que los gobiernos democráticos. Lamentable pero así es con las excepciones que únicamente vienen a confirmar, por vía de excepción cuanto se afirma.
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