miércoles, 7 de abril de 2010

Identidades proscritas

He tomado prestado de Juan Pablo Fusi, ensayista e historiador, el titulo de esta "entrada" que es el de su libro sobre el "no nacionalismo en las sociedades nacionalistas" que en estos días releo. Magnífico y lúcido ensayo que me ha sugerido iniciar una serie sobre el nacionalismo que nos invade y que amenaza con enturbiar aún más la vida del país. Vaya por delante mi respeto por cualquier postura política defendida democráticamente aunque no debe olvidarse que Hitler, Musolini, Chavez o Putin fueron elegidos en las urnas.
Es conocido que Sabino Arana, el padre del nacionalismo Vasco era una racista, un xenófobo de armas tomar, un sujeto de corta talla intelectual cuyas disparatadas elucubraciones marcan en buena medida la política en España hoy día. En resumen estamos en presencia de una fascista avant la letre. Lo que es menos conocido es que en el oasis catalán también tenemos individuos de parecida altura intelectual. Me referiré únicamente a dos: a Enric Prat de la Riba, autor de La nacionalidad Catalana y al Doctor Robert que fue alcalde de Barcelona a finales del Siglo XIX y al que la ciudad honra con un monumento sito en la Plaza de Tetuan.
Parece conveniente recordar que en 1933 el hijo del primer dictador del siglo XX, Miguel Primo de Ribera, José Antonio, fundó un partido denominado Falange Española. Dicho partido imitabalos Fascios musolinianos, es decir era un partido fascista que estaba en contra de la democracia y de los partidos políticos ya que propugnaba un sistema en el que la representación política se hiciera a través de la familia, los municipios y los sindicatos. Pues bien, años antes el bueno de Prat de la Riba que creía en una realidad inmaterial que llamaba Cataluña que tenía espíritu, predicaba igual sistema de representación que José Antonio: Familia, Municipio y Gremio. Curiosa coincidencia. Por su parte el Dr. Robert alcanzó a vislumbrar una diferencia de dimensiones craneanas entre el catalán y el mero español, a favor, por supuesto, del catalán tal y como escribe Salvador de Madariaga en su ensayo "España".
Que el nacionalismo es un una ideología pequeño burguesa es pura obviedad y no se entiende que haya grupos de Izquierda que se autodenominen "Izquierda Abertzale" (patriótica) cuando la izquierda por definición es internacionalista, universal ya que la Patria no es otra cosa que el ultimo refugio de los canallas.
Todo esto viene a cuento de que en la Comunidad Autónoma de Cataluña estamos a tres años de la conmemoración de victoria de Felipe V sobre los partidarios de Carlos de Austria, todo el simbolismo que se le ha dado a dicha efemérides. Es de suponer que los independentistas -como ese Jesús Gil y Gil a la catalana, que del deporte se pasa a la política que sostiene sin rubor que Cataluña alimenta a España- harán mucho ruido y conviene tener argumentos para refutar sus ensoñaciones.
Concluyendo, en todo nacionalismo hay un componente totalitario, facistoide que no es desdeñable. Atención.

No hay comentarios:

Publicar un comentario