El periodista Agustí Calvet,conocido como
Gaziel, en su “ Història de “La
Vanguardia” (1884-1936)”, escribía, en referencia a Cataluña: “Si
nuestro caso tiene solución –hipótesis que no ha sido aún demostrada–, desde
ahora mismo podemos decir, sin embargo, que no la encontraremos haciendo los
milhombres ni presumiendo de una fuerza que no tenemos ni se intuye por ninguna
parte. Nuestra solución solamente podemos encontrarla, en todo caso, mediante
unas virtudes radicalmente contrarias a las quimeras que las personas
arrebatadas e invidentes de toda ralea nos han hecho practicar en demasía: la
megalomanía; la ambición no bien asentada en las realidades, sino colgada de
telarañas de sueños; la cerrazón hogareña excesiva; el desconocimiento casi
absoluto, madre de un zafio desprecio de todo el resto de la Península Ibérica,
en donde perviven también, tanto o más que la nuestra, realidades espirituales
formidables.”
Salvo los fanáticos,
de uno y otro bando, cualquiera con un poco de sentido común y conocimiento de
la tétrica Historia del Nacionalismo catalán compatirán el mensaje del texto reproducido. y los concernidos harían bien en meditar sobre ellas aunque únicamente sea por
ahorrarse la frustración que sentirán cuando la quimera de la Independencia
choque con la realidad y queden en situación desairada provocando la burla general, es decir, hagan el ridículo.
Veamos un ejemplo
claro de megalomanía y de ridículo:
La Prensa publica la noticia
de la carta que un machaca de Romeva/Puigdemont ha dirigido al Comisionado de Derechos
Humanos del Consejo de Europa y al Comisionado correspondiente de la ONU.
Leamos un par de crónicas al respecto:
“La Generalitat que preside Carles Puigdemont gracias a su acuerdo con la CUP sigue cosechando un ridículo internacional tras
otro. La última iniciativa de la Consejería de Exteriores que
dirige Raúl Romeva ha sido el envío
de sendas cartas, el 29 de agosto, al comisionado de Derechos Humanos del Consejo de Europa y al alto comisionado de Derechos
Humanos de la ONU en las que advertía a ambas
instituciones de una "persecución de cargos electos" por adherirse a
la resolución independentista del 9 de noviembre de 2015.
Según publica este martes La Vanguardia, las insólitas misivas
iban dirigidas al comisionado de Derechos Humanos, Nils Nuiznieks,y al alto comisionado, Zeid Ra'ad Alhussein.
Fuentes de la Generalitat han explicado que la
decisión de enviar estas cartas responde al "cumplimiento" que hace
el gobierno de una resolución del Parlamento, que instó a la
Generalitat a trasladar a los organismos internacionales competentes dicha
persecución.
En
estas cartas, la Generalitat denuncia la ‘persecución judicial’ de los
diputados independentistas y anuncia las medidas que aplicará el gobierno
catalán para preservar los derechos fundamentales afectados por las decisiones
del Estado español. El texto se refiere a la suspensión de leyes catalanas de
carácter social, como la ley de medidas urgentes para paliar situaciones de
emergencia social, la ley de vivienda social o de pobreza energética.
Persecución
de cargos electos y vulneración de derechos fundamentales
En cuanto a la primera cuestión, el
gobierno traslada la decisión de la comisión de Justicia del 23 de junio, que
instaba al gobierno a elevar a los organismos internacionales de derechos
humanos el ‘carácter antidemocrático de las instituciones judiciales
españolas’. Asimismo, comunica la reprobación del fiscal jefe de la Audiencia
española, Javier Zaragoza, por haber dar la orden de ‘perseguir a los cargos
electos catalanes’, y lamenta el uso de la justicia por parte del gobierno
español, que ‘vulnera los derechos fundamentales y políticos de los
representantes catalanes’.”
“Las cartas incluyen un anexo con nueve
medidas para proteger los derechos fundamentales afectados por decisiones de
España. El gobierno garantizará, dice el texto, ‘el acceso a la asistencia
sanitaria pública y de calidad’ y mantendrá el sistema educativo de Cataluña.
Asimismo, asegura que defenderá la autonomía de los gobiernos locales, la
política de acogida de refugiados, el derecho de aborto, la financiación de la
emergencia social y la gestión de la deuda.”
O sea, según el sujeto firmante de la cartita, España, una democracia que cumple todos y cada uno de los requisitos
para su pertenencia a la UE. (Dichas condiciones se conocen como
"criterios de Copenhague" y consisten en la economía de mercado, una
democracia estable, el Estado de Derecho y la aceptación de toda la legislación
de la UE, incluida la relativa al euro) es una tiranía antidemocrática,
un estado totalitario.
¿Cree este zopenco que existe alguien
tan necio que crea lo que afirma?
Además acusa al Estado Español de
haber impugnado una ley catalana (pero se calla que
invadía competencias que el Parlament no tiene, ellos, tan puntillosos cuando
se trata de sus propias competencias) lo que va a provocar que
miles de catalanes no tengan acceso a agua potable, gas y electricidad y por
ello cuando “ellos” sean Gobierno garantizarán ‘el acceso a la asistencia
sanitaria pública y de calidad’ y mantendrá el sistema educativo de Cataluña.
Asimismo, asegura que defenderá la autonomía de los gobiernos locales, la
política de acogida de refugiados, el derecho de aborto, la financiación de la
emergencia social y la gestión de la deuda.”
Si, si, tal como leen la república catalana mantendrá la sanidad
pública y un sistema educativo demás de cuestiones tan obvias como la gestión
de la deuda, el derecho al aborto etc, porque esos derechos están en peligro al
depender de los “ocupantes”.
Increible pero cierto. No es la primera vez que el calvorota de
Romeva hace el ridículo: presentó una queja en el Parlamento Europeo porque un
tal Pepe jugador de futbol del Real Madrid había pisado a su estrella Messi.
La escalada sigue. Atentos.
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