El grado de ignorancia en materia económico-política de la
práctica totalidad de las políticos independentistas (Gobierno, Parlamento,
Ayuntamientos, medios de comunicación, sindicatos y tutti quanti chupa de la
mamella presupuestaria) es excepcional, asombroso, sensacional, ,
sobresaliente, sorprendente, chocante. Veamos un ejemplo:
“…….. las decisiones económicas se toman con criterios
políticos. Por eso el Gobierno español a menudo toma decisiones
equivocadas. Hay decisiones hechas con
criterio político que son claramente contraproducentes, porque no tiene en
cuenta el retorno de las inversiones.”
El artista que ha hecho estas declaraciones en La Vanguardia
de hoy es mosén Junqueras, sedicente izquierdista, meapilas metido a dirigir la
economía de una Región en quiebra. El tipo no se enterada de nada, pero
intentaré encontrar una explicación a tanto desafuero.
Lenin dejó escrito que la política es “la expresión más condensada de
la economía” y en ella cristalizan los intereses fundamentales de
clase. La política penetra todas las esferas de la vida social. La actuación
política persigue conquistar consolidar y ampliar el poder e imponer y
garantizar los intereses de la clase dominante, clase dominante que fija el
lenguaje, la educación y controla los medios de reproducción social tal y como
señaló en su día Marx: “El Gobierno del Estado moderno no es más
que una junta que administra los negocios comunes de toda la clase burguesa.
(Manifiesto comunista).
Dicho en Román paladino: la política -la que hacen los
políticos- tiene por misión la gestión de los intereses del capital y por tanto
oponer política a economía o es ignorancia o es manipulación, ya que ésta
informa y condiciona la Aquélla, de tal suerte que cualquier análisis de una
realidad política debe empezar por interrogarse "cui prodest scelus, is
fecit".
Cada clase social tiene sus propios intereses y si bien el
propio desarrollo capitalista ha
generado grupos sociales que no necesariamente son dueños de medios de
producción material, es lo cierto que las llamadas profesiones liberales, el
Alto funcionariado etc tienen un status social muy parecido al de aquéllos y
efectos sociológicos deben considerarse como un “todo”.
No creo en la llamada “transversalidad”, término que pretende
difuminar el concepto de clase social al ritmo de la música de los ocasos de
las ideologías que se entonan por doquier, lo que me lleva a traer a colación
la manipulación del lenguaje
Se vive una época en que se hace un uso inflacionario de
algunas palabras produce necesariamente al desgaste de esos vocablos, a
vaciarlos de contenido. El uso de consignas, frases hechas, mantras etc es una
manifestación de dicho desgaste. Pensemos lo que ha sucedido con términos como
democracia, solidaridad o libertad en manos de los propagandistas del independentismo que han dejado a las
precitadas hermosas palabras sin poder vocativo. Se pretende que la gente no
piense y lo haga por ellos el político, especialista en persuasión y marketin
político para el que trabajan empresas publicitarias y de relaciones públicas
pagadas con “dinero público”, de todos pero para intereses de grupo o clase.
Volveré sobre esta cuestión.
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