El Digital catalán, que no catalanista, Crónica Global se
hacía eco, en su edición del pasado 22 de octubre, de unas declaraciones a la
COPE de Nuria Parlón, alcaldesa de Santa Coloma de Gramanet (Barcelona). Dijo
la Srtª Parlón:
Al leer esa afirmación me dije: “Otra que tal baila”. Los nacionalistas de “toda la vida”, los
nuevos y los que más o menos conscientemente están en su órbita (¡¡Ah la ideología
de la clase dominante¡¡) repiten una y otra vez eso de que el “responsable” del
aumento de los independentistas es cosa del Partido Popular y de su líder máximo,
Rajoy.
Los nacionalistas son maestros de la paradoja, expertos en
falacias, peritos de la paráfrasis, avezados sofistas y hábiles en el terreno
de elación y de la digresión. Como saben que se dirigen a gentes simples,
políticamente hablando, crédulos en busca de paraísos terrenales y otras
quimeras no hacen un esfuerzo, si es que se han dado cuenta, de las
contradicciones insalvables en que incurren en su relato. Veamos.
Parafraseando a Lenin he escrito en alguna ocasión que el
Nacionalismo es la enfermedad infantil del capitalismo. Me interesa resaltar el
adjetivo “infantil” ya que de otra manera resulta casi imposible explicar el
qué es nacionalismo.
Unos sujetos, los nacionalistas,
dicen que otros muchos, como ellos forman una nación, pero esos “otros” no lo
saben y por ello hay que extender la conciencia nacional. Primera paradoja: si no
hay un conjunto importante de individuos con conciencia nacional es que no hay
nación ya que según aquéllos por Nación hay que entender a un conjunto de
individuos dotados de identidad compartida, con conciencia de identidad y que,
en virtud de ello, muestran voluntad de soberanía.
-¿Y a qué clase de identidad ser refieren?
-Pues supongo que a
cultural o a étnica o a ambas.
-¿Y ya está todo?
-No, no, esos individuos deben
tener conciencia de que su identidad es compartida por otros, con independencia
de que eso sea cierto o no. Ejemplos: ¿Pisarello, el teniente alcalde del
Ayuntamiento de Barcelona y Ana Surra la uruguaya extupamara, diputada por ERC,
no obstante sus rasgos indígenas y su frustrada pretensión de hablar el catalán
de forma mínimamente inteligible, forman parte de la nación catalana? Claro que sí porque esos dos personajes
tienen voluntad de ser catalanes, por el momento. Es la voluntad lo que cuenta en última
instancia, “voluntad de ser una nación”. Segunda paradoja: si se tiene voluntad
de ser algo es que no se es ¿O no? Tonterías. Prosigamos. Como “somos una nación” tenemos “derecho
a decidir” si formamos un nuevo Estado.
-Sí, pero hace poco más de cinco años, la mayoría de los
catalanes estaban equivocados: creían ser españoles.
-Tenían una creencia falsa hasta que se les ha enseñado el recto
camino mediante el método de “palo y zanahoria”, con un sistema educativo creado al efecto,
unos medios de comunicación estabulados, poblados de plumillas apesebrados y
otras muchas formas de control social.
-¿Y qué hacemos con el otro 50% del censo que parece no
querer tragar?
-Reeducarlos convenientemente cuando tengamos todo el poder:
los derechos de unos millones de charnegos no nos pueden estropear la fiesta de
la libertad, de la democracia y de realizar nuestra "unidad de destino en lo universal".
-Y Rajoy ¿Qué pinta en este asunto?
-Nada, querido amigo, nada, es un trampantojo para desviar la
atención sobre los métodos que se emplean para “cristianizar” al personal
porque ¿Vd cree que hay más de 100 ciudadanos que se hayan leído la célebre
Sentencia del Tribunal Constitucional que está en el origen del “procés” y
cuantos saben lo que es una balanza fiscal o comercial (Ahí les duele)?
¡¡Son como niños¡¡
El típico recurso al enemigo externo y la culpa es de los demás.
ResponderEliminarInfantil a más no poder.