Son las 23.30 horas del día 26 de junio del año del Señor 2016 y he apagado el televisor despues de conocer el resultado de las elecciones a Cortes Generales. Me embarga una sensación agriculce: tras más de cuatro años de "mayoría absoluta" de Gobierno de la Derecha en los que en buena medida se han sentado las bases para enterrar el Welfare State, la Izquierda tiene mayoría en el Congreso y podría detener e incluso hacer que estas elecciones sean un punto de inflexión que cambie el sentido del más que probable -a corto y medio plazo- desmantelamiento de las conquistas sociales de los últimos 150 años.
Mucho me temo que los partidos y banderias que se reclamen de Izquierda -o de Abajo en la nueva terminología- no van a identificar al adversario y la Derecha continuará gestionando los intereses del Capital y es que ¿Cómo ha quedado el Congreso?. Por un lado una minoría mayoritaria del Partido Popular. Un segundo grupo, por orden de importancia cuantitativa de componentes, formado por una gavilla abigarrada de gentes con intereses contradictorios cuya argamasa es simplemente la conquista del poder para hacer las cosas más variopintas: unos, los más peligroso a mi juicio, quieren trocear el Estado en cuantos más pedazos mejor para así "construir" otras tantas naciones en nombre de no sabe bien qué derechos históricos, otros proponer a Arnaldo Otegi candidato al Premio Nobel de la Paz, unos terceros pretenden acabar con las clases sociales vía Boletín Oficial del Estado, otros sencillamente quieren terminar con el llamado Régimen del 78, instaurar la República para así que todos seamos "justos y benéficos" y para ello nada mejor que arrebatalar la bandera del soberanismo a la Derecha, etc.
Tengo escrito que la política del Partido Popular ha tenido un único mérito, a saber: hacer que las buenas gentes se interesaran por la denostada "política" y defendiera sus derechos adquiridos y en eso estábamos cuando aparecieron gentes procedentes de segundos y terceros escalones universitarios, "activistas sociales", "trepas", etc que se apropiaron de la llave de la Caja de Pandora, la abrieron y el resultado lo veremos de inmediato: va a haber derecha "pa rato".
Suena el teléfono y el que me llama es mi querido amigo Lagar:
-Pepe, felicidades, la has "clavao" una vez más, eres un genio.
-¿ A qué te refieres Lagar?
-A las declaraciones de Xavi Domenech, el cabeza de lista de "En Comú" el partido de Collau-Pisarello. Recuerda que hace un mes me digiste que este tipo, en la noche electoral afirmaría sin pudor ni rubor alguno que los más de 6 millones de votos de Podemos+Confluencias querían la independencia de Cataluña y que el Gobierno que salga de deberá actuar en consecuencia.
-Si querido Lagar y por lo que me dices mi vaticinio se ha cumplido. Y es que es muy sencillo: conociendo a una nacionalista catalán conocidos todos. Da igual en la posición en que se coloquen -derecha, pseudoizquierda, mediopensionistas etc-, cualquier cosa que suceda en política lo arriman al ascua de sus intereses fascistoides, la mendacidad es genética en estas gentes. Y es por ello que no he votado. Yo soy de izquierda y creo firmemente en que los nacionalismos son todos sin excepción totalitarios y nazifascistas: He vivido la dictadura de Franco y la de Pujol: el uno uno genocida, un asesino, el otro un ladrón y ambos han vulnerado mis derechos democráticos.
Los días anteriores al día de hoy he hablado con gentes de izquierda que "apuestan" por la convocatoria de Referendum en Cataluña para "decidir" como exterminar, políticamente hablando, a los millones de ciudadanos de Cataluña, la mayoría, que no comulgan con ruedas de molinos y no les hace mella la goebbeliana propaganda con la que bombardea a diario. Pues bien, mis interlocutores, gentes de buena fe, ignoran u olvidan un pequeño detalle: en la convocatoria -imposible legalmente- del Referendum y su celebración no se juega el resultado. No, lo importante para los soberanistas es el reconocimiento explicito que tal convocatoria comportaría para lo que ellos llaman "pueblo catalán" como sujeto de acción política. Que a la primera no les sale bien, pues una segunda, tercera etc, hasta el infinito. En otras palabras: cada día, el Censo electoral cambia en Cataluña y en el resto del mundo: unos jóvenes cumplen la mayoría de edad y se incorporan al Censo y otros lo abandonan por fallecimiento y en consecuencia todos los días debería haber un referendum para que los que tienen derecho a voto, todos, tengan la posibilidad de expresarse sobre el status político de su "nación".
Este es el argumento que esgrimen los que sostienen que la Constitución del 78 -aprobada en Cataluña con mayor porcentaje de votantes que en el resto de CC.AA.- ha de cambiarse porque los que la probaron ya no están. El argumento tiene pelendengues ¿no te parece, Lagar? ¿Tu crees que queda vivo alguien de 1787 cuando se aprobó la Constitución de Estados Unidos de America?
El resto de grupos de la Cámara apenas merece consideración: el PSOE paga caro su tránsito del marxismo a la socialdemocracia y de ésta a convertirse en un club de socialtraidores. Los nacionalistas periféricos seguiran con sus bravuconadas y memeces, Ciudadanos o "lo que pudo haber sido y no fue" y en este plan.
En resumen Lagar: Un Partido Popular que quiere el poder para gestionar los intereses de la clase social a la que representan, la derecha y algunos idiotas y tontos del culo que les acompañan y una izquierda que desea asaltar el poder para agotar las últimas gotas de la ética y la dignidad que fueron motor de la actividad política de las clases más desfavorecidas. ¡¡Una pena¡¡
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Como mis avisados lectores se habrán dado cuenta esta "entrada" esta publicada el 11 de Junio, 15 días antes de las elecciones y les apuesto caña y pincho de tortilla que el memo ese de Domenech hará las declaraciones que desde ahora le imputo. ¡¡Joder que tropa¡¡.
Deseo equivocarme
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