¡Ah! ¿No es cierto, ángel de amor, que en esta apartada
orilla más
pura la luna brilla y se respira mejor? Declama el bobo de D. Juan. Y si, en esta orilla se
respira mejor. Concretamente a varios
centenares de kilómetros de Barcelona donde tuve mi residencia los últimos 52
años el aire el huerto orea y ofrece mil
olores al sentido que escribió
Fray Luis de León. Allí, en Barcelona, el aire se ha hecho irrespirable:
pobres gentes que en su vida han tenido otra fuente informativa que TV3, la televisión
del Régimen, opinan sobre política, gentes que teóricamente tienen un cierto
nivel cultural sostienen ideas propias de neuróticos. Intelectuales, periodistas,
juristas, economistas etc apesebrados a la ubre presupuestaria y capaces de
pergeñar las teorías más peregrinas. Total una sociedad enferma, huérfanos de
sentido crítico, comulgantes de ruedas de molino de naturaleza política y/o
económica. Creyentes en entelequias, quimeras, ensoñaciones y toda suerte de
quincalla seudointelectual..
Barcelona, regida por
el dúo Colau-Pisarello, se aboca a una escala de desórdenes y todo porque la
alcaldesa dejó de pagar con dinero público la Residencia de los Okupas –Trias y
Vidal de Llovatera que no Llevatero, pillin, que Inda te tiene cogido por donde
más duele, te espera un annus horribilis- cuando lo aconsejable era comprar el
orden público con dinero de la misma naturaleza y seguir en el Oasis catalán.
Viva la paz de los cementerios. Casi sin pretenderlo han creado el modelo
catalán de Orden Público, como quieren que haya un modelo tributario catalán en
el que las sanciones, en caso de incumplimiento
de las obligaciones, no existan y
del cáncer ni hablemos.
Y en estas estamos cuando el inefable Puigdemont, viene a
Madrid para decir, según La Vanguardia:
““La paciencia no es infinita, dos millones de
personas no se van a ir a su casa y no vamos a esperar cruzados de brazos”, ha
advertido el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, en
su debut en Madrid en una conferencia política del Fórum Europa que se
ha celebrado en el hotel Palace. Y ha explicado que el proceso de independencia
de Catalunya sigue imparable, no es algo “pasajero” ni se va a diluir
por mucho que pretenda ignorarlo el Estado español. “El gobierno que
presido –ha explicado- prepara estructuras de Estado que garanticen el normal
funcionamiento del país, y el Parlament elaborará las leyes que den amparo
legal a la acción del gobierno. En un plazo razonable, hablábamos inicialmente
de 18 meses y vamos a ir más o menos en este calendario, estaremos en
condiciones de convocar nuevas elecciones constituyentes que definirán un
Parlament legitimado para elaborar una Constitución catalana, convocar un
referéndum y luego formalizar la declaración de la independencia”. “Esta es la
hoja de ruta que han trazado con sus votos y sus movilizaciones millones de
catalanes, de forma pacífica y democrática, integradora e incluso alegre”, ha
argumentado. Puigdemont ha insistido en tender la mano al Estado español para
llegar a un acuerdo, pero ha avisado que el proceso no se parará por
incomparecencia de la otra parte: “Nosotros ya estamos sentados en la mesa de
la negociación y no nos moveremos de ella, a pesar de que hasta ahora estamos
solos. Y advierto que no vamos a permanecer cruzados de brazos, esperando nada.
Estamos dispuestos a dialogar y a negociar, pero no estamos parados, seguimos
avanzando, cumplimos nuestro programa y mostramos al mundo nuestra
determinación”.
¡¡Que miedo¡¡ Pero ¿En qué quedamos? ¿La independencia será
negociada o no? ¿Y si no hay negociación que vais a hacer? Dejar de cruzar los
brazos y meter las manos en el bolsillo y mientras tanto estos
neoindependentistas procedentes del catalanismo posibilista ven, con
horror, que los antisistema se han
apropiado de la bandera y son los que deciden en esta orgía de despropósitos
que es la política catalana. Cuando la situación se desborde llamareis al
Maura de turno como en Agosto de 1909 para que os
saque las castañas del fuego. No se os
puede tomar en serio. Ni Rajoy lo hace lo que os debería hacer reflexionar
sobre la incapacidad congénita que tenéis
para hacer política. Lo vuestro es medrar a costa del resto de
conciudadanos a los que, por otra parte, enviadiais-odiais.
Mira Puigdi, toma nota, cuando a las 300 familias que mandan
en Cataluña –tu eres un “mandao”- consideren que la situación se hace
insostenible le dirán al Astuto que te ordene que disuelvas el Parlament
demediado y convoques nuevas elecciones y entonces ¡¡adios Puigdemont y sus hojas de
rutas y sus pretendidos sarcasmos de soso prepotente. Al tiempo.
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