viernes, 27 de mayo de 2016

Puigdemont, un político de raza, un estadista.



¡Ah! ¿No es cierto, ángel de amor, que en esta apartada orilla más pura la luna brilla y se respira mejor? Declama el bobo de D. Juan. Y si, en esta orilla se respira  mejor. Concretamente a varios centenares de kilómetros de Barcelona donde tuve mi residencia los últimos 52 años el aire el huerto orea y ofrece mil  olores al sentido que escribió  Fray Luis de León. Allí, en Barcelona, el aire se ha hecho irrespirable: pobres gentes que en su vida han tenido otra fuente informativa que TV3, la televisión del Régimen, opinan sobre política, gentes que teóricamente tienen un cierto nivel cultural sostienen ideas propias de neuróticos. Intelectuales, periodistas, juristas, economistas etc apesebrados a la ubre presupuestaria y capaces de pergeñar las teorías más peregrinas. Total una sociedad enferma, huérfanos de sentido crítico, comulgantes de ruedas de molino de naturaleza política y/o económica. Creyentes en entelequias, quimeras, ensoñaciones y toda suerte de quincalla seudointelectual..

 Barcelona, regida por el dúo Colau-Pisarello, se aboca a una escala de desórdenes y todo porque la alcaldesa dejó de pagar con dinero público la Residencia de los Okupas –Trias y Vidal de Llovatera que no Llevatero, pillin, que Inda te tiene cogido por donde más duele, te espera un annus horribilis- cuando lo aconsejable era comprar el orden público con dinero de la misma naturaleza y seguir en el Oasis catalán. Viva la paz de los cementerios. Casi sin pretenderlo han creado el modelo catalán de Orden Público, como quieren que haya un modelo tributario catalán en el que las sanciones, en caso de incumplimiento  de las obligaciones,  no existan y del cáncer ni hablemos.
Y en estas estamos cuando el inefable Puigdemont, viene a Madrid para decir, según La Vanguardia:


“La paciencia no es infinita, dos millones de personas no se van a ir a su casa y no vamos a esperar cruzados de brazos”, ha advertido el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, en su debut en Madrid en una conferencia política del Fórum Europa que se ha celebrado en el hotel Palace. Y ha explicado que el proceso de independencia de Catalunya sigue imparable, no es algo “pasajero” ni se va a diluir por mucho que pretenda ignorarlo el Estado español. “El gobierno que presido –ha explicado- prepara estructuras de Estado que garanticen el normal funcionamiento del país, y el Parlament elaborará las leyes que den amparo legal a la acción del gobierno. En un plazo razonable, hablábamos inicialmente de 18 meses y vamos a ir más o menos en este calendario, estaremos en condiciones de convocar nuevas elecciones constituyentes que definirán un Parlament legitimado para elaborar una Constitución catalana, convocar un referéndum y luego formalizar la declaración de la independencia”. “Esta es la hoja de ruta que han trazado con sus votos y sus movilizaciones millones de catalanes, de forma pacífica y democrática, integradora e incluso alegre”, ha argumentado. Puigdemont ha insistido en tender la mano al Estado español para llegar a un acuerdo, pero ha avisado que el proceso no se parará por incomparecencia de la otra parte: “Nosotros ya estamos sentados en la mesa de la negociación y no nos moveremos de ella, a pesar de que hasta ahora estamos solos. Y advierto que no vamos a permanecer cruzados de brazos, esperando nada. Estamos dispuestos a dialogar y a negociar, pero no estamos parados, seguimos avanzando, cumplimos nuestro programa y mostramos al mundo nuestra determinación”.


¡¡Que miedo¡¡ Pero ¿En qué quedamos? ¿La independencia será negociada o no? ¿Y si no hay negociación que vais a hacer? Dejar de cruzar los brazos y meter las manos en el bolsillo y mientras tanto estos neoindependentistas procedentes del catalanismo posibilista ven, con horror,  que los antisistema se han apropiado de la bandera y son los que deciden en esta orgía de despropósitos que es la política catalana. Cuando la situación se desborde llamareis al Maura de turno como en Agosto de 1909 para que os saque las castañas del fuego.  No se os puede tomar en serio. Ni Rajoy lo hace lo que os debería hacer reflexionar sobre la incapacidad congénita que tenéis  para hacer política. Lo vuestro es medrar a costa del resto de conciudadanos a los que, por otra parte, enviadiais-odiais.
Mira Puigdi, toma nota, cuando a las 300 familias que mandan en Cataluña –tu eres un “mandao”- consideren que la situación se hace insostenible le dirán al Astuto que te ordene que disuelvas el Parlament demediado y convoques nuevas elecciones y  entonces ¡¡adios Puigdemont y sus hojas de rutas y sus pretendidos sarcasmos de soso prepotente.  Al tiempo.

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