Hace algunos años adquirió cierta
notoriedad en los ambientes del llamado "famoseo" un sujeto que
respondía al nombre de Dinio. El nota llegó a la Madre Patria de la mano (un
suponer) de una acreditada folclórica, Marujita Díaz. Llegó, decía, desde su
Cuba natal donde se había encontrado con la mujer de los ojos hermosos y
pizpiretos. Buen mozo el tal Dinio y, al parecer, bien "dotado" para
las artes amatorias y, obviamente, 30 años más joven que la doña. No constan
más datos de su "perfil" que se dice ahora.
La cantante lo introdujo (ella a él) en el
"ambiente" de los platós de televisión, la vida nocturna madrileña y
en este plan. Total que el efebo pronto cansóse de su patrocinadora y voló del
nido de amor para dedicarse a su verdadera vocación: animador de la noche sin
dejar por ello de vender exclusivas sobre las relaciones con su ex protectora.
Siendo entrevistado en un programa de
televisión y al caer en fragrantes contradicciones el tipo no dudo en intentar
justificarse pronunciando la frase que lo llevaría a la fama -carajo aparte-: La noche me confunde
Debería haber admitido simplemente que era
un "atorrante", no obstante creo escuela y "de
atorrantes", que se diría en catalán, hay muchos, viven en una permanente
confusión (mañana, tarde y noche). Esta clase de "piernas" abunda en
esta Legislatura y quizá por ello será, la más corta de las habidas
en la España postfranquista.
Sin duda entre todos ellos brilla con luz
propia nuestro Rufian, que sin duda hace y hará méritos para ser nombrado
Atorrante Mayor del Reino o, en su día, de la República, española, por
supuesto.
El pavo no era conocido en los madriles
pero cuando subió a la tribuna del Congreso - a contarnos su vida en un tono
monocorde y con una velocidad expositiva capaz de aburrir a las ovejas y que acredita
que tiene que recordar las consignas que le han metido en el "coco"
los ideólogos (sic) de Ezquerra- los periodistas y diputados asistentes al
Pleno abrieron los ojos no dando crédito a lo que escuchaban y nació una
estrella. Al día siguiente no hubo medio de comunicación que no le dedicara una
columna o un comentario. Hubo unanimidad en el Tendido: el reputado diputado es
un atorrante, su pensamiento (sic) es confuso y la exposición del mismo se
corresponde a la indigencia intelectual de la que hace gala.
Lo que no saben sus señorías y los
plumillas que hacen las crónicas parlamentarias es que en Cataluña hay una
pléyade "estómagos agradecidos" que a cambio de trabajos bien
remunerados descubren la "ocupación" de Cataluña. Los hay nacidos en
Cataluña, de origen andaluz, extremeño etc. Algunos europeos y el mayor medida
sudamericanos que han alcanzado puestos en la Universidad, ediles, diputados
etc. Hay una que se autocalifica de Tupamara que afirmaba en una entrevista
reciente que mientras los catalanes, los domingos, llevan a sus hijos a ver los
Castellers, los españoles hacen lo propio con las corridas de toros. ¡¡Hay que
joderse lo que hay que hacer y decir para poder comer¡¡.
Pues bien l´amic Rufian es de los
primeros: vio el chollo este del independentismo y decidió promocionarse y
vivir regaladamente aunque para ello tenga que ir haciendo por ahí el ridículo
más espantoso.
Creo que lo único importante que he hecho
en mi vida es "descubrir" en su día a Carlos Floriano y ahora a Gaby
Rufián. Ha merecido la pena el esfuerzo.
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