ELECCIONS ESPANYOLES 20-D
PERFIL Gabriel Rufián, independentisme en
castellà i orgull de barri
"Viento que a su murmullo parece hablar / mueve el mundo con gracia, le ves bailar / y con él, el escenario de mi hogar".. Es un fragmento de "El sitio de mi recreo", de Antonio Vega. Unos acordos que Gabriel Rufián ha escuchado decenas de veces, ya que es una de sus canciones favoritas. Y, por lo que comentan de él los que lo conocen, estos versos le van como anillo al dedo. Rufián es como un viento que hace mover el mundo que lo rodea, como si fuera un baile apacible, siempre teniendo muy presente su hogar. Un hogar hecha de mil contrastes.
El cabeza de lista al Congreso por ERC en las elecciones del 20 de diciembre nació en 1982 en Barcelona, pero pasó su infancia en el barrio de Fondo, de Santa Coloma de Gramenet. Hijo de unos padres andaluces que se conocieron en un acto de Bandera Roja y que defendieron a capa y espada la inmersión lingüística, Rufián empapó desde muy pequeño del orgullo de barrio y, cuando fue a Badalona para hacer los estudios secundarios, entendió cuán necesario, para la cohesión social, la inmersión. Allí es donde quedó sorprendido porque, a diferencia del mundo que la había rodeado hasta entonces, había gente que no sólo hablaba el catalán, sino que pensaba y vivía mediante esta lengua.
Independencia y justicia social
Rufián siendo la misma necesidad de defender la independencia que de reivindicar la justicia social. Con esta manera de entender la vida, no es extraño que ERC le haya propuesto encabezar la lista al Congreso en un momento tan importante para el país. Quién será su compañero inseparable, su sombra durante la campaña y en la cámara baja española, Joan Tardà, se muestra entusiasmado con la figura de Rufián. Admite que todavía lo conoce poco, pero Tardío se siente admirado tanto por su forma de actuar como por lo que representa. "Es el independentismo que pone en el centro de la dialéctica la soberanía por encima de la identidad", señala Tardá
La verdad es que habrá que comprar palomitas para escuchar algunas de las intervenciones que puede hacer el tándem Rufián-Tardío. Tanto en campaña como en el parlamento español. El uno, con un catalán de cantería forjado en Cornellà, y el otro con un castellano impoluto cultivado en Santa Coloma, Badalona y Sabadell, donde vive actualmente. Ambos, sin embargo, hablan el mismo idioma con respecto al independentismo y el izquierdismo. Un izquierdismo auténtico, que bebe de las raíces históricas de aquellos que soñaron un nuevo país en los años treinta, que practican la justicia social desde una concepción de la vida eminentemente popular.
Con las mangas arremangadas
Hay políticos que transmiten convicción. Y esto se puede hacer de dos maneras. Desde una mente privilegiada, trabajada en la dialéctica de las aulas, o bien desde una creencia íntima, profunda, en el que se está reivindicando. Rufián combina las dos parcelas, no tanto por la dialéctica universitaria, ya que cuando cursar estos estudios se debía preocuparse más de trabajar en una tienda para pagarse la carrera que de pasarse horas en el bar la facultad. La fortaleza discursiva la ha puesto en práctica durante los últimos meses, participando en tertulias y actos de Súmate y del ANC. La creencia profunda en el que defiende le viene de la conciencia de barrio que ha tenido desde que comenzó a andar.
Gabriel Rufián va adentrarse en la política de primera división cuando se integró a Súmate. "Estos son como yo", pensó a finales de 2013, cuando se creó la asociación. Su presidente, Eduardo Reyes, fue quien lo acogió, quien creyó en él y quien le dio la confianza para salir a hablar, para transmitir todo lo que pensaban aquellos castellanohablantes ilusionados con la creación de un nuevo país . Más tarde, se integraría en la Asamblea Nacional Catalana y pasaría a formar parte de su secretariado nacional. Pero esta proyección pública no le despegar los pies del suelo. Lo demuestra cada vez que se presenta en un acto y, antes de hacer ningún parlamento, agradece el trabajo de los voluntarios que han aportado sus esenciales granitos de arena, haciendo tareas tan simples pero tan necesarias como preparar las sillas y las mesas.
Empatía popular
En la universidad, concretamente en la Pompeu Fabra, Rufián estudió un grado de Relaciones Laborales y también cursó un máster. Pero a su trabajo, durante unos años en el sector siderometalúrgico, quedó siempre enfocada por los años de trabajo de estudiante, con contratos precarios. Es lo que en el mundo anglosajón se conoce como un "self-made man", un hombre hecho a sí mismo. Está donde está porque se lo ha trabajado, y con la edad que tiene es conocido en propia piel lo que significa la precariedad laboral. Es esto, los orígenes y la tradición política de su familia lo que hacen que tanto los castellanohablantes como las clases populares catalanas y todos aquellos que quieren un país libre y justo lo sientan cercano. Rufián transmite que es uno más, sin elitismo ni prepotencia.
Lo que también es Rufián es un padre de familia, por el momento de un niño que ahora tiene cinco años. Eso, y un melómano que, además de Antonio Vega, tiene Deep Purple en la cabecera. Con su compañera, le gusta disfrutar de los paseos por la montaña, de leer y de inspirarse con la pintura impresionista. Todo ello confirma que es una persona sensible. Y es esta sensibilidad lo que le ha permitido transmitir tanto en tan poco tiempo. Bueno, eso y la habilidad que demuestra en el campo comunicativo, como en el mundo de Twitter. Además de un unionista lo ha sacado de quicio con sus tuits incisivas. Porque nada puede cobre más a estos sectores que alguien, en castellano, los invite a invertir todo el tiempo en que critican el soberanismo a denunciar los desahucios. Autenticidad y incisión, dos características que, a buen seguro, explotará aún más a partir de ahora.
¡¡Que bárbaro el tío, mucho me temo que el texto lo ha escrito el propio Rufián¡¡
Nos dará días de gloria este muchacho de mirada huidiza y ojos casi cerrados. ¿Alguién sabe si es de los de "mano blanda"?
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