viernes, 9 de octubre de 2015

Tarradellas ataca de nuevo II

La cuestión catalana  es una obra de Carmen Molinero y Pere Ysas sobre la Transición política española, obra publicada en 2014 por Crítica. En el texto se hace referencia a una de las leyendas de la Transición, la llamada Operación Tarradellas. Valga un breve fragmento.
El protagonismo de Tarradellas al frente de la Generalitat provisional evitó que la izquierda capitalizara sus dos años de actuación en la institución restaurada"La victoria de la izquierda el 15 de junio de 1977 [socialistas y comunistas sacaron más del 50% de los votos en Cataluña en la primeras elecciones generales] decidió al Gobierno Suárez a optar por iniciar unas ineludibles conversaciones sobre la 'cuestión catalana' con un interlocutor aparentemente más cómodo que la mayoría socialista y comunista surgida de las urnas. Sin embargo, pronto se dio cuenta que debería ceder más de lo inicialmente previsto, puesto que Tarradellas rechazó todas las propuestas que no comportaran el restablecimiento de la Generalitat. El Gobierno Suárez tampoco pudo evitar  la formación de un Consell Provisional de la Generalitat con una mayoría de la izquierda y una importante presencia del PSUC.  Pero es evidente que el protagonismo de Tarradellas al frente de la Generalitat provisional evitó que la izquierda capitalizara sus dos años de actuación en la institución restaurada".

Se trató, según esta teoría, de “adecuar” los resultados a la “realidad social” querida por el Sistema y a fe que  se consiguió: Se desmovilizó la izquierda (el famoso desencanto) y se la impregnó de pensamiento reaccionario (nacionalismo) y el resultado fue ese pretendido transversalismo: ya no hay izquierdas ni derechas, todos un “sólo pueblo” y en este plan.

Lenguas viperinas ponen en mis oídos resúmenes orales de las operaciones “Informe Pelícano” y “Operación Tarradellas II). Esta última consistiría en crear un “troyano” dentro del movimiento independentista que lo bloquee y lo desacredite ante la opinión pública más conservadora (la mayoría) con lo que en unas nuevas elecciones el “pruces” concluiría anormalmente o como se dice en Derecho: mediante  Desistimiento, Renuncia, Allanamiento, Transacción o Caducidad de la Instancia.

Es posible que haya algo de esto pero yo me inclino a pensar que no existen estrategias o planes maquiavélicos para frenar  la llamada independencia de Cataluña (Tardá: "No la para ni Dios"). Todo es más simple. La milonga esta del nacionalismo se sustenta, entre otros dislates, en el enemigo exterior así que cuando el tal enemigo está en casa se acaba la coartada y se aprecia nítidamente que eso de “un sol poble” es una memez. El poble ese tiene clases sociales y si lo habitual es que la clase dominante imponga su ideología a las demás, puede suceder que alguno de esos estratos sociales quiera su  autonomía. Veamos: CUP es sobre todo un movimiento anticapitalista. ¿Qué mejor que poner en marcha su experimento en un Estadillo que nacería ya fallido, sin infraestructuras de Defensa, de Inteligencia, de Seguridad? Como Mas y sus consejeros áulicos son incapaces de hacer un análisis de clase y se han creido eso de que todos estamos en el mismo barco han cocinado un pavo trufado de gentes de izquierda que quieren perpetuarse en el poder y para ello nada mejor que hacerlo mediante los votos de las clases populares maltratadas por los recortes de los Nacionalistas de toda la vida.(Plan de choque, nacionalizaciones etc)
¿Os imagináis a Mas y compañía cumpliendo mínimamente el programa de la CUP? Esto es de aurora boreal. El ridículo ya lo han hecho ahora  nos toca esperar y desternillarnos de risa con las imaginativas política de ese par de artistas llamados Rull y Turull, (sugiero incorporar a Mikimoto y formar una troika).
Continuará



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