La cuestión catalana es una obra de Carmen Molinero y Pere Ysas
sobre la Transición política española, obra publicada en 2014 por Crítica. En
el texto se hace referencia a una de las leyendas de la Transición, la llamada
Operación Tarradellas. Valga un breve fragmento.
“El protagonismo de
Tarradellas al frente de la Generalitat provisional evitó que la izquierda
capitalizara sus dos años de actuación en la institución restaurada"La
victoria de la izquierda el 15 de junio de 1977 [socialistas y comunistas
sacaron más del 50% de los votos en Cataluña en la primeras elecciones
generales] decidió al Gobierno Suárez a optar por iniciar unas ineludibles conversaciones sobre la
'cuestión catalana' con un interlocutor aparentemente más cómodo que la mayoría
socialista y comunista surgida de las urnas. Sin embargo, pronto se dio cuenta
que debería ceder más de lo inicialmente previsto, puesto que Tarradellas rechazó todas las propuestas que
no comportaran el restablecimiento de la Generalitat. El Gobierno Suárez
tampoco pudo evitar la formación de un Consell Provisional de la Generalitat
con una mayoría de la izquierda y una importante presencia del PSUC. Pero
es evidente que el protagonismo de Tarradellas al frente de la Generalitat
provisional evitó que la izquierda
capitalizara sus dos años de actuación en la institución restaurada".
Se trató, según esta teoría, de “adecuar”
los resultados a la “realidad social” querida por el Sistema y a fe que se consiguió: Se desmovilizó la izquierda (el
famoso desencanto) y se la impregnó de pensamiento reaccionario (nacionalismo)
y el resultado fue ese pretendido transversalismo: ya no hay izquierdas ni
derechas, todos un “sólo pueblo” y en este plan.
Lenguas viperinas ponen en mis oídos resúmenes
orales de las operaciones “Informe Pelícano” y “Operación Tarradellas II). Esta
última consistiría en crear un “troyano” dentro del movimiento independentista
que lo bloquee y lo desacredite ante la opinión pública más conservadora (la
mayoría) con lo que en unas nuevas elecciones el “pruces” concluiría anormalmente
o como se dice en Derecho: mediante
Desistimiento, Renuncia, Allanamiento, Transacción o Caducidad de la
Instancia.
Es posible que haya algo de esto pero yo me
inclino a pensar que no existen estrategias o planes maquiavélicos para
frenar la llamada independencia de
Cataluña (Tardá: "No la para ni Dios"). Todo es más simple. La milonga esta del
nacionalismo se sustenta, entre otros dislates, en el enemigo exterior así que
cuando el tal enemigo está en casa se acaba la coartada y se aprecia
nítidamente que eso de “un sol poble” es una memez. El poble ese tiene clases
sociales y si lo habitual es que la clase dominante imponga su ideología a las
demás, puede suceder que alguno de esos estratos sociales quiera su autonomía. Veamos: CUP es sobre todo un
movimiento anticapitalista. ¿Qué mejor que poner en marcha su experimento en un
Estadillo que nacería ya fallido, sin infraestructuras de Defensa, de
Inteligencia, de Seguridad? Como Mas y sus consejeros áulicos son incapaces de
hacer un análisis de clase y se han creido eso de que todos estamos en el mismo
barco han cocinado un pavo trufado de gentes de izquierda que quieren
perpetuarse en el poder y para ello nada mejor que hacerlo mediante los votos
de las clases populares maltratadas por los recortes de los Nacionalistas de
toda la vida.(Plan de choque, nacionalizaciones etc)
¿Os imagináis a Mas y compañía cumpliendo
mínimamente el programa de la CUP? Esto es de aurora boreal. El ridículo ya lo
han hecho ahora nos toca esperar y
desternillarnos de risa con las imaginativas política de ese par de artistas
llamados Rull y Turull, (sugiero incorporar a Mikimoto y formar una troika).
Continuará
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