Carta abierta a Raül Romeva (I)

Sr. D. Raül Romeva i Rueda

Muy señor mío y de mi más alta consideración:

                                                                                                              El pasado día 6 de los corrientes mes y año publiqué una “entrada" dentro de la etiqueta “Melonadas” en las que glosaba unas manifestaciones suyas. Concluía ese escrito advirtiéndole que volvería “a por Vd” si seguía diciendo insensateces y héteme aquí.

                Usted Sr. Romeva es un “chollo”, un auténtico regalo de los dioses para los que nos gusta juntar letras y comentar “los eventos consuetudinarios que acontecen en la rúa” que  dijo Don Juan de Mairena (en el siglo, que diría la Caram, Don Antonio Machado). Vd es para mí el sustituto ideal de ese personajillo llamado Carlos Floriano, ya sabe, el que le llevaba el café a Lolita Cospedal y que ésta desalmada sacrificó para seguir en el poder. Yo le llamaba “Flor de Otoño”. Otro día le explicaré la razón  del  apodo, ahora hay niños. Debe quedar constancia que el tal Floriano fue un descubrimiento mío. Antes, mucho antes que José María Izquierdo en El País o Gran  Wyoming en El Intermedio (¡¡Sandra, vuelve pronto que estoy en un sin vivir¡¡) comentaran los dislates que el mozo profería.

                Ya sabe Vd de que va el asunto. Si llega a leer mis comentarios seguro que renuncia a la “lista” porque quiero pensar que como exizquierdista conserva algo de vergüenza torera, pero me temo que no será así: El reto –entrar por la puerta grande en la Historia- es demasiado importancia así voy a me propongo “Darle pal pelo” y no  estoy haciendo un chiste.

                Vamos con la primera:

                Sr. Romeva es Vd. Un chico malo y mi Dios, el de los ateos, le va castigar: ¿Así que Vd pretende dejarme sin mis derechos fundamentales, tal que el de sufragio? ¿Sabe Vd como se llama la doctrina política que tiene por fundamento la supresión de esos derechos? ¡¡Premio para el caballero¡¡ Totalitarismo en sus versiones nazi, fascista, franquista etc. No estoy diciendo que Vd sea un Nazi, no, nunca, nada más lejos de mi pensamiento pero dígame que significa realmente esta declaración suya:

"Uno podrá seguir siendo español viviendo en Barcelona, e incluso seguidor de la Roja, si quiere, como hoy tenemos mucha gente que es francesa, británica u holandesa, que vive en Barcelona y sigue manteniendo su nacionalidad de su estado de origen",

                Dígame Sr. Romeva  ¿Un ciudadano como yo que posee la vecindad civil catalana y que en la actualidad puede participar en comicios para elegir los miembros del poder legislativo en los distintos ámbitos competenciales podrá seguir haciéndolo en su República melonera? No me conteste todavía. ¿ Esos franceses, británicos y holandeses  a los que Vd se refiere pueden hacer lo mismo aquí? No ¿verdad? Y si yo paso a tener su mismo status tampoco ¿No?. Ahora conteste a la primera pregunta. Mejor déjelo, no se moleste. Ve como Vd es un chico malo. Cuénteme como harán el censo. ¿Abrirán banderines de enganche y los que  no acudamos a apuntarnos seremos excluidos de los derechos democráticos por cuya consecución recibimos en su día alguna que otra hostia? ¿Se pedirá acreditar limpieza de sangre? ¿Se tendrá en cuenta los apellidos de los candidatos? No, no creo porque en ese caso Vd. Se quería fuera aunque sería nombrado “Tonto útil Universal” y yo, en el negado supuesto de que acudiera a “apuntarme,  tendría derecho, objetivamente , a pasar la criba.

            Si es cierto lo que Vd declara al periodista (Romeva ha rechazado los "discursos del miedo" en este sentido y señalado que es "muy importante explicar" que cambiar el estatus jurídico de Cataluña con una secesión "no supondría prácticamente nada" a nivel "personal" y "práctico")  que la secesión no va a suponer prácticamente nada a nivel personal y práctico ¿Para que todo este quilombo?  ¿Sabe Vd cuantos amigos (algunos de más de 40 años de antigüedad) e incluso familiares he perdido por esta astracanada que están  ustedes montando?

                Le dejo por ahora, tengo cosas  que hacer, luego vuelvo y le explico la razón última por la que no acudiré a votar el 27 de setiembre, aunque modestamente les esté haciendo el juego. No, no  es únicamente asco intelectual, hay más cosas. Hasta luego, cocodrilo.