domingo, 31 de octubre de 2010

Tea Party

El diario El País de hoy, 31-10-2010, publica en sus páginas de Opinión un artículo firmado por el magnífico escritor mexicano Carlos Fuentes –sin duda próximo Premio Nobel en castellano- bajo el título La Temporada Idiota, The Silly Season, denominación que en Usamérica se da al periodo comprendido entre dos elecciones presidenciales. El artículo es magnífico, tanto formal como material e ideológicamente hablando. Pero no se trata, aquí y ahora, de glosarlo. Del texto de referencia me quedo con una anécdota que, a mi juicio, deviene categoría. En efecto, señala don Carlos que Sarah Pelin, candidata a la vicepresidencia USA por el Partido Republicano en las últimas elecciones presidenciales estadounidenses, ha dimitido de su cargo de Gobernadora de Alaska para organizar ese tinglado extremoconservador, reaccionario y fascista, al fin y a la postre, que se denomina Tea Party. Pues bien, en las entrevistas que se le hacen a tan estrafalario personaje –políticamente hablando, claro está- siempre hace referencia a The Founding Fathers hasta que un “plumilla” entrometido y sin duda pagado por el Oro de Moscú o por Osama Ben Laden le pidió que nombrase a alguno de los fundadores. La señora Palin guardó un silencio religioso durante un buen rato y finalmente, en tono balbuceante, pronuncio el apellido Washington. Nada dijo sobre Jefferson, Franklin, Madison etc. El artículo recoge otras “perlas” de miembros del Tea Party y es de destacar la postura de un tal Tom Tancredo (¿será pariente político del Sr. Rajoy, nuestro don Tancredo carpetovetónico?), candidato a gobernador de Colorado que en su programa electoral promete deportar a 12 millones de hispano y bombardear La Meca. Insuperable.
Huelga hacer referencia a que toda generalización es contraria a los más elementales principios intelectuales, aserto éste que aplicado al caso que nos ocupa nos lleva a sostener que no todos los ciudadanos de Usámerica son unos nazi-fascistas, aunque la mayoría tienen interiorizado que pertenecen a una nación (sic) que es la potencia hegemónica, de momento, en el mundo y tiene poder para imponer su política al resto de países. Esa sensación de superioridad, apoyada en datos económico-militares, resulta francamente peligrosa y tengo para mí que en un periodo inferior a 50 años la hegemonía de los EE.UU. será historia ya que es imposible que pueda seguir manteniendo el aparato militar en todo el mundo sin que su economía se resienta. es lo que le sucedió a la URSS que no desapareció por razones ideológicas sino por algo tan prosaico como la economía.
Estas tendencias ultraconservadoras como las que representa el Tea Party con su neoliberalismo económico perverso son prueba de flaqueza de una sociedad desnortada anclada en pensamiento retrógrado que se mantiene del expolio que somete a paises más débiles. Seguiremos la trayectoria de la Srª Pelin que tantos forofos tiene en España.

No hay comentarios:

Publicar un comentario