La señorita Barberá, Doñá Rita es la alcaldesa de Valencia, gobierna un municipio cuya deuda lo coloca en el segundo lugar -detrás del de Madrid- del ranking de ayuntamientos endeudados de España y en los últimos meses aparece frecuentemente en los medios de comunicación, acompañando al Sr. Camps, Presidente de la Generalitat Valenciana que, como es sabido, está imputado en el conocido como "caso Gürtel" por haber recibido diversas prendas de vestir de unos individuos que muñían contratos de dicha institución pública y empresarios desaprensivos.
La señorita Barberá ha reconocido haber recibido un regalo de los "gurtélidos", concretamente un bolso de Louis Vuitton, bolso que no ha devuelto por aquello de que "lo que se da no se quita".
La señorita Barberá, Doña Rita, en su desmedido afán por defender a su Presidente ha arremetido de forma desaforada contra el Sr. Rodriguez Zapatero, Presidente del Gobierno de España, al que ha calificado de "incompetente, ignorante, inmoral político y miserable" añadiendo que "comprendo que su mujer esté harta". La señorita Barberá, Doña Rita -porqué será que cuando la veo en televisión o en fotos de prensa pienso en la lija del 8-, ha traspasado la raya que separa lo político de lo personal y deberá de disculparse pero no lo hará, sabe que el Sr. Rodriguez Zapatero no la imitará entrando, por ejemplo en cuestiones de alcoba y de opciones personales de la señorita Barberá, Doña Rita. Tiene suerte la señorita Barberá, Doña Rita, de vivir en una sociedad tolerante donde a esas cuestiones no se les da importancia por pertenecer a la esfera privada de las personas, esfera privada que ella no ha respetado en el caso del Sr. Rodriguez Zapatero. Lamentable. Confiemos en que la cúpula del Partido Popular, cuando, en breve, deje de sostener al Sr. Camps piense en candidato distinto que la señorita Barberá, Doña Rita, para sustituirle, por soez, cutre y hortera.
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