El Gobierno explota a la Iglesia Católica

El Gerente del Episcopado español, Fernando Gimenez ha declarado en rueda de prensa que la Iglesia aporta al Estado anualmente la friolera de 30.000.000.000 € (treinta mil millones de euros). Por contra el Estado contribuye a las arcas eclesiásticas con poco más de 6.000.000.000 € (seis mil millones de euros). Hay que tener en cuenta que en España hay unos 20.000 sacedotes, 4.5000 religiosos y 54.000 monjas, un total de 68.000 personas dedicadas al consuelo espiritual, a la enseñanza de la verdadera religiosión y a prestar servicios paliativos del dolor que nos ha enviado el Señor como prueba de nuestra fe. Pues bien, suponiendo, a efectos dialécticos que cada uno de esos sacerdotes y monjas prestan igual servicio, evita que el Estado se gaste la cantidad de 4.410.000 euros mientras que recibe una cantidad sensiblemente menor, de aproximadamente 30.000 euros año. Dicho más gráficamente: cada religioso genera una plusvalía de más de 4 millones de euros al año y a eso se le llama sobreexplotación. La situación no puede continuar así. El Gobierno laico, descreido, rojo y masón se aprovecha de la debilidad de la Iglesia cuyo reino, como se sabe, no es de este mundo y por eso no hace nada para oponerse a que tan humillante situación cambie, pero los ciudadano fieles, creyentes como todo español bien nacido debemos protestar, al tiempo que lamentamos y perdonamos en el fondo de nuestro corazón a aquellos que pretenden que la Iglesa verdadera pague impuestos por sus inmuebles, sus beneficios societarios etc. Es inaudita la maldad de esos pésimos españoles por los que rezamos para su conversión.
Y cuando se despertó, el dinosaurio permanecía allí.